Un grupo de niños hacía cola para hacerse una fotografía con un futbolista. El protagonista no era Pepe Reina, Toni Muñoz o Kiko Narváez. Ídolos del pasado que se encontraban cerca. El Fernando Torres de Fuenlabrada abría sus puertas a un futbolista desconocido para el gran público, pero igual o más de grande que los iconos del pasado. Carlos Matallanas posaba como los grandes. Los pequeños le miraban como si estuvieran ante un gigante del fútbol, de esos que salen en la tele.
Y acertaban. Porque lo es. Salió en todos los canales de televisión porque nuestro compañero de El Confidencial ha conseguido que una lucha minoritaria pase a ser común. Es una batalla de todos. Fuenlabrada se convirtió en un día de fiesta. Fue el día que el regreso de Fernando Torres al Vicente Calderón se hizo realidad. Pero antes de que el ‘Niño’ rojiblanco esbozara una sonrisa de satisfacción cuando el acuerdo entre el Milan y el Atlético de Madrid se confirmó, su pueblo se volcó en la lucha contra la enfermedad que nos acecha a todos. 'A por el ELA', el partido bautizado así para rendir homenaje a Carlos Matallanas y concienciar a la sociedad, pasó a convertirse en el lema de todos los habitantes de la localidad del sur de Madrid… y de todos los rincones del mundo.
Un par de horas antes de que comenzara el partido, la única camarera del bar del estadio no tenía manos para dar servicio a la masa que se aglomeraba a su alrededor. Las gradas del Fernando Torres se llenaron, obligando al 'speaker' a poner orden cuando el partido ya estaba en juego. Kiko se marcaba una genialidad y poco después Paunovic otra mejor. El personal disfrutaba. Carlos mandaba desde la retaguardia, mientras sus colegas de equipo mantenían a raya a los 'profesionales'. El equipo de profesionales sufría ante el empuje de los jóvenes.
Padecía especialmente Israel Torres, el hermano de Fernando -ausente por razones obvias-, cuando tenía que recoger el balón del fondo de su portería más veces de la cuenta. Pero el resultado era lo de menos… No se había cumplido el minuto 20 y el 'Niño’ pidió el cambio. Carlos, casi al tiempo que Fernando había aterrizado en Dubai, provocó que todos los jugadores hicieran piña alrededor del futbolista, que siempre lo fue además de gran periodista. En el palco, Andrés y Maribel aplaudían orgullosos viendo cómo su hijo se ha convertido en el ariete más poderoso para luchar contra la ELA, esa silenciosa y traicionera enemiga que nos acecha. Se fue del campo el 'Niño', pero el partido siguió su curso. Igual que la lucha…
En una mañana en la que Reina, Kiko, Pantic y compañía respondían preguntas sobre el regreso de Fernando Torres al Atlético de Madrid, sólo hubo un protagonista. Y él, la estrella de la fría mañana, de corazón rojiblanco, reía pensando que en enero, cuando vuelva al Vicente Calderón, verá a su amigo, otra vez, vestido con las rayas rojas y blancas. Fernando era el futbolista por el que el personal en pleno preguntaba, pero el 'Niño' Matallanas era el protagonista estelar. Único.(Fuente)
