Este lunes se concentró la selección de Brasil en Río de Janeiro para preparar el Mundial y desde el primer momento se pudo apreciar el clima de tensión que reina en el país. Cerca de 200 funcionarios de educación protestaron pacíficamente a la salida del aeropuerto internacional carioca Tom Jobim y retrasaron más de treinta minutos la salida del autobús hacia la ciudad de Teresópolis, hogar de la ‘canarinha’ durante la cita mundialista.
Los manifestantes consiguieron bloquear uno de los accesos al aeropuerto carioca y después pegaron carteles en el autobús de la selección. “Un profesor vale más que Neymar”, gritaron algunos de los presentes.
Una profesora de la escuela pública de Río de Janeiro aseguró que este Mundial no representa al pueblo de Brasil. “Es importante desmitificar el mensaje de ‘no va a haber Copa’. Es un grito de protestas. El Mundial se va a celebrar, pero no es el Mundial del pueblo”.
Sin embargo el coordinador del sindicato aseguró que el acto reivindicativo no era hacia la selección, sino para el país. “Ninguno de los manifestantes estamos en contra de la selección. Fue un acto simbólico contra un país que no tiene dinero para la salud ni para la educación”.
Protestas y entusiasmo en Granja Comary
Ante el clima de tensión, el autobús de Brasil hizo los 90 kilómetros que separan Río y Teresópolis escoltado por un helicóptero.
La tirantez de Río de Janeiro se contagió a ‘Granja Comary’. El clima de protesta no fue tan áspero como en la ciudad carioca, pero se hicieron ver para pedir viviendas para personas que se vieron damnificadas por unas inundaciones y mejoras en los salarios de los profesores.
El clima de protesta contrastó con la euforia de otros habitantes de Teresópolis, que se mostraron a favor de la cita mundialista recibiendo al equipo con música.(Fuente)
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