El Manchester United, que entrena por primera vez el holandés Louis Van Gaal, goleó 3-1 al Liverpool en la final del torneo amistoso Guinness International Champions Cup, y se proclamó nuevo campeón, sustituyendo al Real Madrid, que en las dos ediciones anteriores se había quedado con el título.
El Liverpool, que entrena el irlandés Brendan Rodgers, se puso por delante en el marcador al minuto 14 cuando el veterano Steven Gerrard superó al portero español del Manchester United, David De Egea, al transformar un penalti tras cometer el defensa Phil Jones una falta dentro del área.
Pero el Manchester United aunque no consiguió que el marcador se moviese a su favor durante la primera parte, en la segunda, los Diablos Rojos salieron con todo y fueron superiores.
Como sucedió en el partido anterior frente al Real Madrid, al que también derrotaron por 3-1, el dominio de balón en el centro del campo y excelentes triangulaciones abrieron a los Diablos Rojos el camino de la goleada frente al eterno rival de más de 120 años de la liga inglesa, en un duelo histórico ya que fue el primero que se dio entre ambos equipos fuera de territorio nacional.
El delantero Wayne Rooney y capitán del equipo, consiguió al minuto 55 el gol del empate a 1-1 tras recibir un pase perfecto del delantero mexicano Javier Hernández dos más tarde, a los 57, el español Juan Mata ponía a los Diablos Rojos por delante en el marcador con el 2-1 tras recibir una buena asistencia de Luke Shaw.
El delantero internacional ingles fue también nombrado el Jugador Más Valioso (MVP) del torneo.
Pero aunque el Manchester United ya tenía la ventaja en el marcador y dominaba las acciones en el centro del campo, sin permitir que el Liverpool reaccionase, faltaba el gol de la tranquilidad que sentenciase el partido y ese llegó al minuto 88 cuando Jessie Lingard remató un centro que le hizo Shinji Kagawa.
La victoria, primera que consigue por 3-1 el Manchester United ante el Liverpool, o con una diferencia de dos goles, desde el 23 de marzo del 2008, fue presenciada por 51.104 espectadores que acudieron a presenciar el partido que se disputó en el Sun Life Stadium, de Miami.
La asistencia, aunque importante, estuvo lejos del lleno que se esperaba de haber disputado la final el Real Madrid, que esta vez completó el torneo sin conocer la victoria después que perdió los tres partidos que disputó, el primero ante el Inter de Milán por 2-3 en la serie de penaltis, tras concluir el tiempo reglamentario con empate a 1-1.(Fuente)
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