martes, 31 de julio de 2012

Brasil y su desesperada búsqueda del oro

Romario en la final de los Juegos Olímpicos de 1988: Brasil vs URSS
Romario en la final de los Juegos Olímpicos de 1988: Brasil vs URSS
La selección Brasil buscará en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 colgarse la medalla de oro en fútbol por primera vez a lo largo de su historia después de muchos desengaños y para Mano Menezes ha realizado una convocatoria con jugadores de primer nivel en la que figuran Neymar, Hulk, Thiago Silva y las principales jóvenes estrellas del país y son algunos de los nombres más destacados del torneo. Repasamos los batacazos olímpicos de la Canarinha a lo largo de su historia.
Un simple pelotazo. Tan mundano, tan arcaico. Un mísero saque de puerta sin destino ni destinatario que, sin embargo, fue tan letal como la más elaborada de las estrategias e hizo jirones los sueños de Brasil de colgarse la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988. Corría el minuto 104 de la final de los JJOO entre los brasileños y la Unión Soviética y el empate a uno se mantenía inalterable en el marcador desde que en el minuto 62Dobrovolski igualara el tanto que había logrado Romario anteriormente. El cansancio comenzaba a hacer mella en los jugadores, tanto que hasta Kharine, portero soviético, pidió a un compañero que ejecutara el saque de puerta por él porque le fallaba la pierna.
Y le hicieron caso. Con la simple intención de mandar el balón lo más lejos posible, el defensa soviético pateó el esférico. Era un pelotazo yermo, sin peligro, inofensivo para Brasil, pero la tranquilidad se rompió de golpe. Aloisio falló al intentar despejar de cabeza y el cuero cayó en las piernas frescas de Yuri Savichev, quien había saltado al terreno de juego en la segunda mitad. El delantero, por entonces del Torpedo de Moscú, no se lo pensó dos veces y corrió hacia la portería. Se deshizo de André Cruz con una facilidad insultante y sorteó a Taffarel lanzando una sutil vaselina. Un pelotazo trivial se había transformado en un ataque letal en apenas tres segundos. Tres segundos que provocaban que una Brasil en la que jugabanCarecaBebeto o Romario, entre otros, se quedara sin victoria y sin oro.
Esos tres desgraciados segundos son la metáfora perfecta de la desesperada búsqueda de la medalla de oro que Brasil en los Juegos Olímpicos. La Canarinha, bandera del Jogo Bonito y otrora -hasta que España le ha robado el trono- envidia del universo futbolístico ha levantado todos los títulos posibles, menos los Juegos Olímpicos. Ha ganado Mundiales, Copas América, Copa Confederaciones y una infinidad de torneos menores como la Copa Roca o la Copa Río Branco. Sin embargo, a lo largo de su historia jamás ha sido capaz de colgarse al cuello una medalla de oro de unos Juegos Olímpicos. Siempre se ha quedado a las puertas de lograrlo, pero lo más cerca que ha estado fue en 1984 y 1988 cuando vio al campeón desde el segundo cajón del podium.
El estéril caminar de Brasil en los Juegos Olímpicos comienza en Helsinki en 1952. Los brasileños, con Vavá como principal estrella vencieron a Holanda (5-1) y Luxemburgo (2-1) en las dos primeras rondas, pero sucumbió ante Alemania en los cuartos de final. La Canarinha no volvería a disputar unos Juegos Olímpicos hasta Roma 1960 después de perderse las de Melbourne 1956. Brasil fracasa estrepitosamente y cae en la primera fase tras perder ante Italia en la fase de grupos. Lo mismo sucedería en Tokyo 1964México 1968 y Munich 1972 en los brasileños se despedirían a las primeras de cambio pese a que en categoría absoluta enamoraban ganando con una generación increíble liderada por Pelé.
La decadente trayectoria se empezó a corregir en Montreal 1976. Brasil alcanzó la medalla de bronce tras caer en semifinales frente a Polonia y ganar a la Unión Soviética en la final de consolación. La sensación de tocar metal por primera vez despertó el deseo de Brasil de tocar la cima también en los Juegos Olímpicos. Por aquel entonces, la Canarinha ya sabía lo que era ganar todos los torneos mundiales y mostrar su superioridad también en el escenario olímpico se convirtió en el objetivo. Por eso, a Los Ángeles 1984 y Seúl 1988 Brasil viajó con selecciones que contaban con algunos de los mejores jugadores del país, pero en ambos casos tuvieron que conformarse con la plata, tras perder ante Francia y la Unión Soviética en la final, respectivamente.
A partir de ahí, ganar la medalla de oro se convirtió en una obsesión enfermiza que creció conforme pasaban los años y el oro no llegaba. En Atlanta 1996 Bebeto, Ronaldo,Roberto Carlos y Rivaldo perdieron ante Nigeria en semifinales y se tuvieron que conformar con el bronce. En Sidney 2000 con Ronaldinho como máximo exponente tan sólo se llegó a cuartos de final. En Pekín 2008 la campaña para lograr el oro fue descomunal. Brasil se volcó para coronar el país por primera vez en su historia y las principales estrellas del país mayores de 23 años se ofrecieron voluntarias para entrar en la convocatoria de Dunga. Todo parecía indicar que Brasil por fin cumpliría con su objetivo, pero la Argentina de Messi y Agüero se cruzó en semifinales y destrozó a los brasileños con un contundente 3-0.
En los Juegos Olímpicos de Londres 2012, Brasil afronta su enésimo asalto hacia la medalla oro. Mano Menezes ha citado a los mejores jugadores de la categoría y ha aderezado las convocatoria con hombres como Hulk, Thiago Silva y Marcelo que aportan un salto de calidad, pero deberá saber gestionar la inmensa presión que provoca tener detrás un país acostumbrado a ganar y que no acepta otro desengaño más en Londres. La Canarinha es la gran favorita para subir a la cima del podium, pero también lo fue anteriormente y un simple pelotazo le bajó al segundo escalón...(Fuente)

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