Increíble pero triste historia la sucedida en Indonesia. La semana pasada, en un partido de la Superliga, un choque fortuito se iba a convertir en un drama: un balón dividido, un golpe desafortunado y un fallecimiento han teñido de negro uno de los campeonatos más modestos del fútbol, que por desgracia ha saltado a la primera plana informativa por este triste suceso dentro de un terreno de juego.
PSAP Siglio y Persiraja se enfrentaban en un partido de la liga indonesia. En un momento determinado del partido, uno de los jugadores visitantes iba a sacar un disparo lejano que el portero local no conseguía atajar. El delantero del Persiraja, Akli Fairuz, se lanzaba a por el balón para tratar de marcar, ante lo que el meta Agus Rahman salía a la desesperada para evitar el tanto, pero en una violenta acción iba a impactar contra el abdomen del ariete.
Los compañeros de su equipo protestaron duramente a los colegiados por no castigar más severamente la acción, en la que se terminó señalando fuera de juego. El delantero fue inmediatamente sustituido y atendido en el propio césped, donde sus gestos de dolor eran evidentes. Tras esta primera exploración sobre el propio terreno de juego, parecía que sólo se trataba de un duro choque sin mayores consecuencia.
Las imágenes dejan claro que se trata de un choque importante por la salida a destiempo del portero, pero nadie esperaba el triste desenlace. Una vez terminado el partido es cuando empezaron a llegar los problemas para el jugador. Ingresado de urgencia en el hospital con fuerte dolores en la zona abdominal, Fairuz tuvo que ser sometido a una cirugía intestinal para tratar de reparar los daños de esta acción, más graves de lo esperado.
Después de esta cirugía, el jugador del Persiraja estuvo hospitalizado durante seis días, donde tuvo que volver a ser operado para tratar de restañar el daño creado por este impacto fortuito. Pero con el paso de los días, el estado de salud fue empeorando, hasta dar lugar a la más triste noticia: las graves heridas internas del jugador provocaron su fallecimiento, acabando con su vida una semana después, tiñendo de luto el fútbol indonesio.(Fuente)
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