El alcalde de Porto Alegre, José Fortunati, dijo hoy a EFE que le preocupa la posibilidad de que las barras bravas de Argentina causen problemas en esta ciudad brasileña durante el Mundial de 2014.
Fortunati afirmó que representantes de la alcaldía viajarán a Buenos Aires para hablar con los clubes Boca Juniors y River Plate, los dos más populares del país vecino, para fomentar que sus aficiones viajen a Brasil en un "clima de paz".
"Respetando mucho a esos clubes, vamos a mostrarles que vamos a recibirlos de la mejor forma posible y en un clima de paz", dijo Fortunati.
El alcalde puntualizó que, en el pasado, algunos hinchas de equipos argentinos participaron en peleas contra los seguidores del Internacional o del Gremio en partidos de la Copa Libertadores.
La segunda vicepresidenta del Internacional, Diana Oliveira, también admitió hoy en declaraciones a Efe "alguna preocupación" por la posibilidad de que se registren incidentes con los hinchas radicales argentinos.
Argentina jugará un partido de la primera fase del Mundial en Porto Alegre, el 25 de junio, contra Nigeria, en la última jornada del grupo F.
Los argentinos son los extranjeros que más entradas han comprado hasta ahora para los partidos de esta ciudad del sur de Brasil, sólo por detrás de los propios brasileños, según datos de la FIFA.
Porto Alegre se prepara para dar una buena acogida a los aficionados del país vecino y una sinagoga local, llamada Sibra, pretende recibir a los judíos argentinos, que forman una numerosa comunidad en ese país, según reveló el alcalde.
La sinagoga, regentada por el rabino Guershon, funcionará como centro de bienvenida y buscará alojamiento a los judíos en casas de fieles de esa religión en Porto Alegre.
La sinagoga ya ha creado un logotipo que imita al oficial del Mundial 2014 en el que se ha incluido un candelabro de siete brazos, símbolo del judaísmo.(Fuente)
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