San Lorenzo hizo valer la mínima ventaja con la que llegaba a la última jornada y con un empate sin goles en el campo de Vélez, que también tenía posibilidades de salir campeón, conquistó el torneo inicial argentino de 2013 y llevó a sus vitrina el decimoquinto título argentino en sus 105 años de historia. En el otro partido en el que se jugaba el título, Newell’s y Lanús empataron (2-2).
El equipo entrenado por Juan Antonio Pizzi tuvo el mando del partido ante Vélez pero creó pocas ocasiones de gol. El ciclón jugó con un ojo en su partido y otro en el que se jugaba en la cancha de Newell’s. Por eso el partido fue muy táctico y al tiempo aburrido. El interés estaba en lo que había en juego. Ni cuando se adelantó Newell’s en dos ocasiones ante Lanús, lo que podría propiciar un partido de desempaste el miércoles con San Lorenzo alteró los ánimos de los azulgrana, que han sido justos campeones y han tenido en Piatti a su mejor jugador. El Papa Francisco también puede festejar el título.
El partido en el José Amalfitani, cancha de Vélez, estuvo en serio riesgo de no disputarse. En la obligada inspección del Comité de Seguridad, hecha el sábado, se encontraron debajo de la grada popular 300 litros de alcohol, elementos contundentes, ademas de material pirotécnico. Además, el mismo Comité inhabilitó 8.000 entradas de protocolo dadas por la directiva de Vélez a sus aficionados, que empezaron a revenderse vía internet. Total, que una jueza decidió clausurar la grada popular del equipo de Liniers, para prevenir problemas de seguridad, y éste amenazó con no disputar el partido. Solventados los problemas de seguridad la grada popular también fue abierta y el partido se jugó. Eso sí arrancó media hora más tarde.
Lo que también implicó que el Newell’s-Lanus se retrasara para empezar a la misma hora. Lo que ya es seguro que Vélez se enfrenta a una más que probable clausura de su estadio para los primeros partidos oficiales de 2014.(Fuente)
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