Sin Carles Puyol ni Víctor Valdés, dos de los personajes indispensables para entender el mejor Barça de la historia y, probablemente, del mundo, el proyecto 2014-2015 adquiere una dimensión mayor de la esperada hace apenas dos meses.
En el club ya tenían en mente reforzar las líneas que han quedado castigadas por el paso del tiempo, pero la marcha del gran capitán obliga a una remodelación más profunda. Un cambio que no representa el fin del ciclo, porque el grueso de cracks seguirá adelante, pero sí supone el punto y final de una etapa.
En la dirección deportiva trabajan con la previsión de cuatro fichajes, que podría ser alguno más si se acaban aceptando algunas de las ofertas que, están convencidos, llegarán este verano. Un meta, quizá dos, uno o dos centrales, un centrocompista y un delantero, dependiendo de las bajas.
Primero hay que sondear al Tata Martino
Según ha podido saber MD, en el Barça se da por sentado que Tata Martino cumplirá el segundo año de su contrato. No hay nada que les haga pensar que no será así. Están satisfechos con su rápida adaptación al club y a su entorno y con su labor al frente de la primera plantilla.
Valoran, esencialmente, que el equipo haya llegado al mes de marzo con un título en las vitrinas, la Supercopa de España, y con opciones al triplete. No hay dudas sobre su gestión dentro y fuera del vestuario pero antes de abordar una renovación de este calado, que puede suponer un punto de inflexión técnico, Bartomeu y Zubi quieren estar convencidos de que no hay nada que pueda perturbar su continuidad. Le preguntarán si desea seguir y dependiendo de su respuesta, le plantearán una ampliación hasta 2016, la última temporada de mandato del actual presidente antes de la convocatoria de una nuevas elecciones.(Fuente)
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