El Comité Ejecutivo de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), encabezado por su presidente, Sebastián Bauzá, dimitió en pleno a raíz del conflicto surgido en el país por la violencia que ha llevado al Gobierno a retirar a la policía de los estadios.
Al mismo tiempo, la FIFA investiga si el Gobierno ha operado de alguna manera para forzar la caída del Ejecutivo encabezado por Sebastián Bauzá y si lo demuestra, puede llegar a suspender la afiliación de la AUF e impedir a la Celeste estar en Brasil 2014, según la versión dada a conocer por el diario El País de Montevideo.
El fin de semana con lluvias en Uruguay determinó la suspensión de algunos partidos del campeonato. Pero cuando salió el sol, la debacle se instaló en la Asociación Uruguaya de Fútbol.
A tal punto que el Ejecutivo en pleno de la AUF presentó renuncia mediante un comunicado. Sin citar los problemas económicos o la mala relación con los clubes, el texto deja en claro que el presidente, Sebastián Bauzá, y todo el consejo directivo renunciaron a escasos días del Mundial de Brasil 2014.
El comunicado y la renuncia no solamente impactan en la opinión pública y el ámbito deportivo, también en la política y hasta la propia presidencia de la República. Mientras los neutrales intentan convencer a Bauzá de que deponga su renuncia hasta más allá del Mundial de Brasil, hay capítulos aún más preocupantes.
Por ejemplo, el diario El País de Montevideo informó de que la FIFA podría dejar sin Mundial a Uruguay si logra probar que el gobierno de José Mujica presionó para la renuncia del actual Comité Ejecutivo.
La crisis no es nueva, y tiene varios capítulos que interesan a Bauzá, los presidentes de los clubes Nacional y Peñarol -a quienes se vincula con presiones que desencadenaron la marcha masiva de la cúpula- y hasta empresarios vinculados a los derechos de televisación.
A tal punto el cruce de opiniones que Nacional amenazó con declarar persona non grata a Bauzá y sus jerarcas, lo que finalmente no sucedió pero parece echar por tierra todo ánimo de conversación.
Mientras la Policía informó de que no presentaría guardia policial en los escenarios Parque Central (de Nacional) y Estadio Centenario, con acusaciones cruzadas de favorecer a Peñarol en la fijación de compromisos de la última fecha, con la intromisión de Presidencia de la República en los temas de seguridad vinculados al fútbol, comienza a cerrarse un proceso exitoso en materia de resultados deportivos -clasificación a los mundiales mediante- que parece no tendrá reversa.
Textualmente al momento de la renuncia, el comunicado hecho público desde la AUF reza. "El fútbol necesita tomar decisiones y las condiciones político-institucionales no permiten hacerlo. El Consejo Ejecutivo ha trabajado con el único objetivo de beneficiar al fútbol, y hoy está instalada la clara percepción de ser un obstáculo para continuar en esa línea de trabajo. Los hechos de pública notoriedad acontecidos en los últimos tiempos demuestran la necesidad de dar un paso al costado y permitir que otras visiones políticas otorguen gobernabilidad al fútbol".(Fuente)
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