El duelo por la segunda plaza deja a Olympiacos un poco más cerca del objetivo. Si cumple en lo que le viene y se mete en los octavos, será porque lo ha llevado en volandas Roberto. El guardameta español se bastó para desquiciar a un Benfica superior y que buscó el triunfo desde el primer minuto, pero que ahora ve el futuro muy oscuro.
Poco se le puede reprochar al equipo encarnado, más allá de su escasa puntería ante Roberto. Tampoco estuvo fino en la jugada del 1-0, fruto de la pizarra de Míchel. Holebas botó un córner al punto de penalti y allí entró, desbocado y sin marca, Manolas para cabecear a la red. Antes, por cierto, Roberto ya había salvado dos ocasiones clarísimas, de Cardozo y deMarkovic, el más destacado del Benfica junto a Gaitán.
Con 1-0, el duelo pasó de estar dominado por el Benfica a ser un asedio contra Roberto, que dio una exhibición digna de Champions y se confirma como uno de los grandes porteros del torneo, no sólo por frenar al Benfica sino por todo lo anterior, dos penaltis parados (Ibra y Mitrovic) incluidos.
Luisao, a la salida de un córner, burló al meta español, pero el cabezazo se le marchó rozando la escuadra. Antes del descanso aún hubo tiempo para otras dos ocasiones de Markovic y Gaitán, que sí se toparon con su mayor enemigo.
La segunda parte fue un ejercicio de desesperación del Benfica. Roberto, valga la redundancia, fue insuperable. El portero dejó imágenes espectaculares, como una parada de reflejos a una mano a Djuricic, fue el dueño del área en cada balón colgado y salió vencedor de todos y cada uno de los intentos del Benfica. Olympiacos sueña con los octavos y Roberto se los ha ganado con creces.(Fuente)
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