«No he visto un jugador como él en toda mi vida, me gusta mucho». El pasado mes de octubre, en declaraciones al diario Bild, Pep Guardiola no dudó en dedicar encendidos elogios a Mario Mandzukic, futbolista que a fuerza de goles y trabajo ha logrado erigirse en el gran referente ofensivo del Bayern Múnich.
Fichado en el verano de 2012 para convertirse en el ocasional recambio de Mario Gómez, el croata aprovechó la lesión del teórico titular para mostrar sus credenciales y firmar una gran temporada (40 partidos, 22 goles) que ha resultado determinante para su carrera profesional.
De hecho, tras aterrizar en la capital bávara y estudiar minuciosamente su plantilla, el citado Guardiola decidió tomar una medida que resultó tan impopular como efectiva: prescindir de Gómez para depositar el peso ofensivo en el exjugador del Wolfsburgo.
Aunque algunos especialistas criticaron su decisión, lo cierto es que el tiempo ha terminado dando la razón al preparador catalán. Mandzukic, pese a sus condiciones de ariete puro, ha sabido adaptarse al estilo combinativo de la escuadra alemana y ha logrado mantener unos números notables: 10 goles en 17 partidos.
Trabajador incansable, buen rematador y con excelentes fundamentos defensivos, el internacional croata sólo es superado en la lista de máximos goleadores de la Bundesliga por Robert Lewandowski, ariete que el próximo curso podría disputarle la plaza en los onces iniciales.(Fuente)
No fue fácil dejar a Mario Gómez, pero Pep sabía que tenía en Mandzukic un tremendo goleador
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