La crisis que atraviesa el Milán pasa por ser una de las peores de la historia del club. Para encontrar un inicio de temporada tan desastroso del conjunto ‘rossonero’ hay que remontarse a la temporada 1981-82 (excluida la 2006-07 ya que partía con 8 puntos menos por sanción), la misma en la que se consumó su único descenso deportivo a la Serie B.
Antes, en la temporada 80-81, el Milán jugó en la categoría de plata del fútbol italiano, aunque el descenso se produjo en los juzgados por el caso ‘Totonero’, un escándalo de apuestas en el que se vieron involucrados algunos de sus dirigentes y jugadores.
Volviendo a la 81-82 y aplicando el valor de tres puntos por victoria (entonces era de dos puntos) el Milán habría alcanzado la jornada 11 sumando tan solo 9 puntos, fruto de una victoria, seis empates y cuatro derrotas, tres puntos menos de los que suma en la presente temporada.
Aunque las circunstancias que rodean una y otra crisis deportiva son bien diferentes. Así lo perciben los aficionados milanistas, que recriminan a sus dirigentes una mala planificación de la plantilla, centrando sus críticas en la ausencia de los grandes fichajes a los que históricamente les tenía acostumbrados la entidad.
La última incorporación de renombre fue Mario Balotelli en el último mercado de invierno, y su rendimiento siempre ha tenido menos repercusión que sus polémicas dentro y fuera del campo.En Italia se le ve como "el símbolo" de la crisis deportiva que vive el equipo. Esta temporada sin ir más lejos se ha perdido tres encuentros por sanción y su último gol llegó del 1 de octubre. Un Kaká venido muy a menos o un Matri cuya explosión se espera desde hace años fueron los fichajes estrella del club el pasado verano. Para enero ya tienen atados a Rami y Honda.
Massimiliano Allegri fue ratificado en el cargo ayer, pero que se la juega en los próximos dos compromisos, ante Barcelona y Chievo. Tampoco le han ayudado las importantes bajas que ha sufrido hasta la fecha. Las principales, Stephan El Shaarawy y Giampaolo Pazzini, autores entre ambos de 36 tantos la pasada temporada y responsables en gran parte de que finalmente se consiguiera el objetivo de entrar en la Liga de Campeones. A ellos hay que sumar las ausencias de Bonera y Silvestre. Todos ellos permanecerán entre algodones hasta mediados o finales de noviembre. Nadie sabe quien se sentará en el banquillo de San Siro entonces.(Fuente)
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