La tanda de penaltis decidió la final de la Supercopa italiana disputada en Doha. En un Khalifa Internacional a reventar de animosos aficionados qataríes y una temperatura espectacular para la práctica del fútbol (21 grados al inicio del encuentro y 17 al término, a diferencia de en el pasado Mundial de Brasil), se tuvo que llegar a la lotería desde los once metros para dilucidar el campeón. Y costó. Parecía que ninguno de los dos equipos quería llevarse el título. Se tuvieron que lanzar 18 penaltis y la última parada deRafael a tiro de Padoin dio el trofeo al Nápoles, su segundo en esta competición. La Juventus sigue mandando, empatado con el Milán con seis entorchados.
El encuentro tuvo protagonismo argentino desde el inicio. Tévez, en el 5’, abría el marcador para la Juve, aunque Hamsik avisaba dos minutos después con un lanzamiento al palo. No sería el último de los deBenítez ya que Higuaín se encontró con él tras una vaselina a Buffon en el 59’. Hasta que le llegó el premio a los napolitanos en forma de gol del propio Pipa. Todo volvía al principio con más de 20 minutos por delante.
El marcador no se movió y se tuvo que recurrir a la prórroga. En ella, fue nuevamente Tévez el que golpeó primero en el minuto 106. La Juventus entonces intentó cerrar el partido a base de experiencia, pero el Nápoles llegaba a la portería de Buffon con peligro. Callejón e Higuaín tuvieron el empate, pero se toparon con el meta italiano. Sin embargo, poco pudo hacer cuando el choque ya agonizaba en una nueva ocasión del Pipa. El argentino empataba y obligaba a ir a los penaltis. Una tanda loca, en la que Jorginho y Tévez fallaron sus primeros lanzamientos y en la que el portero Rafael se convirtió en héroe al detener el último chut de Padoin.(Fuente)
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