A falta de fútbol, bueno es el mercado de fichajes. El verano es cuando se cierran la mayor parte de las nuevas incorporaciones, algunas más acertadas que otras. Actualmente, con la crisis estrujando a la mayoría de los equipos, es más difícil ver fichajes tan sonados como antaño, aunque los ‘grandes’ siempre tienen cash para fichar a los que piensan que serán los nuevos cracks del equipo. Sin embargo, muchos fichajes de renombre salen mal, teniendo en cuenta el dinero que costaron y lo que futbolísticamente aportaron.
Entre los 50 fichajes más caros de la historia, hemos elaborado una lista con las diez peores operaciones, ya sea por la calidad demostrada de estos al nuevo equipo o por los millones derrochados y el escaso negocio posterior con su venta.
Marc Overmars: 40 millones
La dramática marcha de Figo obligó al Barça a buscar un reemplazo de urgencia que hiciera olvidar al portugués. El elegido fue Marc Overmars, extremo holandés del Arsenal que costó 6.500 millones de pesetas. En la operación se incluyó Petit, por lo que casi el 80% del dinero recibido por Figo fue destinado a una operación redonda para el conjunto inglés, pero poca provechosa para los azulgrana.
Overmars llegó en la era Gaspart, una época muy convulsa en Can Barça. Los resultados no acompañaban y las lesiones y la confianza del holandés se fueron apagando, dando destellos de su calidad en momentos puntuales, pero el nivel ofrecido nunca fue correspondido con el dinero desembolsado.
Axel Witsel: 40 millones
Además, su llegada generó mucha polémica, sobre todo dentro del vestuario, ya que ambos jugadores –especialmente Hulk- cobraban sueldos a años luz del resto de la plantilla. Igor Denisov, el capitán que fue el encargado de denunciarlo públicamente, fue apartado del equipo y este verano ha salido rumbo al Anzhi.
Witsel ha sido un fijo en las alineaciones de Spalletti, pero quizá la cantidad pagada por el belga fue excesiva. Lo mismo se podría decir de Hulk, aunque éste sigue teniendo buen cartel si quiere cambiar de aires, por lo que el Zenit recuperaría gran parte de la inversión. Una inversión desproporcionada que no le sirvió al Zenit para ganar algún título ni llegar lejos en Europa.
Andy Carroll: 41 millones
El mercado invernal de 2011 fue movido en Anfield. La salida de todo un ídolo como Fernando Torres tuvo que compensarse rápidamente con jugadores que estuvieran a la altura de un club como el Liverpool. De los 58 millones que ingresaron por la venta del Niño al Chelsea, 41 fueron destinados a un nuevo delantero: Andy Carroll, procedente del Newcastle.
El delantero inglés, que sólo llevaba 20 partidos en la Premier League, llegó lesionado al conjunto red y le costó entrar en el equipo. Ni con Dalglish ni luego con Rodgers llegó a hacerse un hueco en el once. Al jugar con un único punta, esa posición se la apoderó Luis Suárez, el otro fichaje que se realizó con el dinero de Torres –en este caso, más que acertado-. Actualmente, Carroll juega en el West Ham.
Juan Sebastián Verón: 42 millones
No fue así, y en dos años, el valor de la 'Brujita' se devaluó a 20 millones de euros. Fue traspasado al nuevo Chelsea de Abramovich en el que tampoco acabó de cuajar.
Robinho: 43 millones
Uno de los culebrones del verano de 2008 fue Robinho. Después de expresar públicamente su deseo de abandonar el Real Madrid, era cuestión de tiempo buscarle equipo. Sin embargo, las negociaciones se alargaron hasta horas antes del cierre del mercado. Cuando parecía que su destino sería el Chelsea, al final el Manchester City pujó más fuerte por el brasileño y se lo llevó por 43 millones de euros.
Su paso fue efímero, ya que sólo estuvo año y medio con los citizens. Pidió marcharse del City porque Mancini no le garantizaba un puesto fijo en el once. Fue cedido a su club de origen, el Santos, donde coincidiría con un joven Neymar, hasta que después del Mundial 2010 fue traspasado al Milan por una cantidad mucho menor (18 millones).
Andriy Shevchenko: 46 millones
No se adaptó en sus dos años en el fútbol inglés. Prueba de ello son los 9 goles que consiguió en la Premier en 47 encuentros, unas cifras para nada propias de un crack mundial. La competencia arriba con Drogba lo relegó a un segundo plano, y tuvo que buscarse una salida de nuevo al Milan y más tarde el Dinamo de Kiev, donde terminó su carrera como futbolista.
Gaizka Mendieta: 48 millones
Gaizka Mendieta fue el líder de aquel gran Valencia que se quedó a las puertas de levantar dos Champions. "El murciélago del escudo", como dijo en su día su presidente Pedro Cortés. Eran tiempos donde todavía no flaqueaba el poderío económico en el Calcio, y fue la Lazio quien apostó más fuerte por el vasco poniendo 48 millones sobre la mesa.
Como muchos españoles, no logró adaptarse al fútbol italiano, en parte por el estilo de juego y por el cambio de entrenador al poco de empezar la temporada, pero también por no saber sobrellevar el precio de su fichaje. Empezó de titular, pero poco a poco fue desapareciendo de las alineaciones hasta pasar totalmente desapercibido.
El Barça y el Middlesbrough fueron los dos últimos destinos de Mendieta, pero nunca volvió a ser el jugador que maravilló en Mestalla.
Fernando Torres: 58,5 millones
Mientras en Londres la ilusión era máxima, en Liverpool ardían camisetas al considerar la marcha de su ídolo como una traición. El propio Torres reconoció meses después que le costó asimilar su adiós de Anfield y no se adaptó como se esperaba en el Chelsea. Le pesó el precio de su traspaso y los goles no llegaban, por lo que la confianza se vino abajo.
Sigue siendo el ‘nueve’ de los de Mourinho, pero desde su llegada no han parado de aparecer rumores sobre un posible sustituto -el último es Rooney-. Su puesto en el once siempre está en entredicho.
Ricardo Kaká: 65 millones
Balón de Oro y campeón de Europa con el Milan, el nuevo proyecto de Florentino Pérez en el Real Madrid hizo un esfuerzo para traer a una de las estrellas mundiales del momento. Sin embargo, el rendimiento de Ricardo Kaká nunca ha justificado los 68 millones de euros que costó.
Jugó la primera temporada a un nivel aceptable, pero las lesiones y la llegada de Özil le cerraron las puertas de la titularidad. Kaká ha pasado a ser la sombra de aquel jugador que brilló en el Milan, y desde hace varios años se le busca una salida. Con Ancelotti espera volver a recuperar su nivel, pero de momento sigue siendo el suplente con la ficha más alta del planeta.
Zlatan Ibrahimovic: 69,5 millones
El sueco costó 46 millones, más Eto’o –valorado en 20 millones- y una indemnización de 3,5 millones al Inter de Milán por no ceder a Hleb, convirtiéndose de esta forma el fichaje más caro de la historia del Barça. La irrupción de Messi como falso ‘nueve’ y su mala relación con Guardiola supuso su salida rumbo al Milan sólo un año después. Pese a ello, marcó 22 goles en 46 partidos vestido de azulgrana.
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