Gareth Bale está en la lista de fichajes que maneja el FC Barcelona para reforzar su plantilla de cara a la próxima temporada, como ya ha informado Mundo Deportivo.
El lateral galés del Tottenham es un objetivo relativo, que depende también de las posibles salidas que se puedan producir y, por encima de todo, de la implicación que el propio jugador demuestre respecto al proyecto.
Esa es una premisa que será extrapolable a todo aquel jugador que sea interesante por sus condiciones futbolísticas. Es lo que, en el club, se conoce como 'vía Mascherano'.
Haciendo memoria, sólo hay que recordar cómo llegó el 'Jefecito' al Barça, procedente del Liverpool. El internacional argentino se implicó tanto en su fichaje hace dos veranos que acabó por ser prácticamente una de las condiciones del traspaso, al sacrificar parte de sus emolumentos con tal de que la complicadísima negociación entre clubs llegara a buen puerto.
Ese mismo ejemplo de actuación sacó a Cesc Fàbregas del Arsenal y le trajo de vuelta a Barcelona. Llegado el momento, el Barça espera lo mismo de Bale.
Mojarse para venir
Es una cuestión de autoestima de club y de proyección internacional. En el Camp Nou se entiende que hoy, para cualquier futbolista del mundo, vestirse con la camiseta azulgrana debe ser lo máximo. Y ese es un valor que debe jugar a favor de obra y nunca en contra.
Lo que está claro es que en el Barça actual no se tirará la casa por la ventana, ni se entrará en subastas alocadas que solamente pueden poner en peligro la estabilidad económica del club.
Por eso, que en las últimas horas haya trascendido una gran ofensiva del Manchester City(ver artículo) para hacerse con los servicios de Bale, no varía para nada ese planteamiento desde el Camp Nou.
Se habla de una oferta del club 'blue' al Tottenham que rondaría los 50 millones de euros, además de que el City estaría dispuesto a triplicar el sueldo que cobra el jugador galés en White Hart Lane.
Por eso, en los planes técnicos del Barça se manejan listas con varios nombres para cada demarcación. En el caso de Bale, es Jordi Alba. Así que si el galés sueña con jugar de culé, como viene diciendo, deberá mojarse como hizo Mascherano.(Fuente)
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