Cuando el Barça, Jordi Alba y sus asesores cerraron hace meses el retorno del jugador al club blaugrana nadie podía imaginarse que el Valencia iba a poner tantas trabas para concretar la operación. Así ha sido. El entorno del futbolista estaba convencido que el presidente levantino, Manuel Llorente, accedería a las peticiones del internacional y fijaría un precio de traspaso razonable(ver artículo).
Jordi Alba, sus allegados y el área deportiva culé no es que fueran unos ingenuos, pero estaban convencidos que el Valencia atendería a razones si tenemos en cuenta que el polivalente futbolista finaliza contrato en 2013 y este verano sería la última gran opción para negociar una salida pactada y recaudar el correspondiente traspaso.
En la actualidad, la operación se encuentra en punto muerto. El Barça pactó la llegada de Alba condicionada a un traspaso `razonable¿ y que, por supuesto, está lejos de los 12 millones de euros en los que se ha plantado el Valencia. En Can Barça más de uno pide pasar página y estudiar la fórmula para reconducir la operación y encarar otras alternativas de mercado. Alba y sus agentes deben mover ficha.(Fuente)
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