El Chelsea ha recuperado el sabor de la victoria frente a un pobre Sunderland, condenado a los puestos de descenso tras la derrota. Fernando Torres rompió su sequía goleadora y Juan Mata puso la puntilla a unos Black Cats que solo pudieron anotar el tanto de la honra con un buen disparo de Adam Johnson en la segunda parte.
El arranque de los Blues, recientemente eliminados de la Champions League, fue arrollador. Un agarrón de Sebastian Larsson evitó que Eden Hazard transformara un soberbio pase de Mata, y Torres se encontró con un regalo de la zaga local antes de toparse con Simon Mignolet. Sin embargo, poco después, el delantero español abriría la lata.
Victor Moses envió un buen balón a la izquierda para Hazard, que se paró y colocó un centro preciso para el remate de Torres con la plancha del pie. Era una ventaja merecida para el mucho mejor comienzo del Chelsea, ya que el Sunderland aún no había salido ni siquiera del vestuario.
Poco después llegaban las malas noticias para Rafa Benítez, con la lesión de Oriol Romeu. Pese a la entrada de Oscar, los londinenses perdían el equilibrio y el control del balón, gracias al empuje, ahora sí, de los locales. Las mayores ganas de estos, pese a ello, no se traducían en apenas peligro.
En medio del ligero dominio de los Black Cats y a un suspiro del descanso, Larsson cometió un estúpido penalti sobre Ramires y Torres, con mucha confianza, lo convirtió para sumar su diana número 100 en la Premier League. Fue un temible jarro de agua fría para Martin O'Neill.
Las cosas iban de mal en peor para el Sunderland al comienzo del segundo acto. Phil Bardsley cometió otro terrible error en el área y dejó el balón para Torres, que rompió la cruceta con un misil. Mata, muy atento, enchufó el rechace. Era la guinda para el gran partido del asturiano, el eje de todas las acciones ofensivas de los suyos.
Ya sin nada que perder, el Sunderland se volcó y obtuvo el gol de la honra gracias a un seco disparo del intermitente Johnson, que Petr Cech se tragó. En esos momentos llegaba el tanto del Southampton, que condenaba a los locales a los puestos de descenso.
De ahí al final, los locales colgaban balones buscando la altura de Connor Wickham, pero sin suerte. Dos lanzamientos de falta, de Johnson y Craig Gardner, fueron las últimas balas de un mediocre Sunderland, víctima de la primera victoria de Rafa Benítez con el Chelsea.
El bueno: Fernando Torres. Recuperó la confianza y la puntería, mucho más involucrado y el mejor del partido junto a Juan Mata.
El feo: Sebastian Larsson. Cometió un absurdo penalti al borde del descanso que supuso la condena para su equipo.
El malo: Stephane Sessegnon. Totalmente desaparecido en el ataque del Sunderland. Hay que exigirle mucho más. (Fuente)
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