viernes, 14 de junio de 2013

Messi podría pagar hasta 28 millones para evitar la cárcel

La única jugada que no le ha salido: Messi podría pagar hasta 28 millones para evitar la cárcel
Leo Messi ha vuelto a copar las portadas de todos los periódicos, sean deportivos o generalistas. El argentino es protagonista, pero no por su última virguería con el balón, sino porque ha sido acusado, junto a su padre, de haber cometido presuntamente fraude fiscal y, en concreto, se les atribuye tres delitos contra la hacienda pública por haber defraudado presuntamente más de 4 millones de euros en sus declaraciones de IRPF de 2007, 2008 y 2009. Todo habría sido provocado por los famosos derechos de imagen y la explotación de estos. Aunque la ley contempla una pena de prisión de dos a seis años y una multa económica, El Confidencial ha consultado la querella y ha charlado con voces expertas en el asunto que apuntan que, en caso de ser culpable, Leo Messi no irá a la cárcel. Sin embargo, tendrá que pagar todo el dinero que, supuestamente, ha intentado desviar, más una multa que podría ir de los 8 a los 24 millones. La cifra total puede ir hasta los 28.
Traspasar el límite. Leo Messi y Hacienda. Uno utilizando la ley que permite que los deportistas cobren el 15% de sus contratos a través de sociedades de imagen aunque llevado al límite. Y el fisco español dando la espalda a la existencia de esa ley que está en vigor desde diciembre de 1996. Hacienda tiene marcado en su hoja de ruta perseguir a los deportistas, pero hasta el momento se está encontrando con la existencia de la citada ley con la que ninguna sentencia ha conseguido terminar.
La explotación de los derechos de imagen
Desde el despacho de abogados Garrigues, explican que un jugador de fútbol puede ganar dinero con su imagen explotando sus derechos, pero al ser un bien personalísimo no puede transmitirlo y es por ello que los jugadores ceden a un tercero la explotación. Y este tercero normalmente es una sociedad que crea el futbolista para llegar a una serie de acuerdos con terceros (Adidas, por ejemplo, en el caso de Messi). La historia no acaba aquí. La Regla 85/15 permite que el15% de la remuneración que el jugador recibe de su club sea a través de una sociedad: es decir, si gana cien millones, quince le llegarán por esta vía. Esta porción de su sueldo se tributa a un tipo plano que oscila entre el 25% y el 30% (en lugar de un 52% o un 56%) si dicha sociedad está en España. Además de su sueldo, el futbolista percibe una serie de rentas (por el anuncio con Bimbo, por ejemplo) que no están sometidas a la Regla 85/15 porque el jugador no tiene relación laboral directa con estas empresas que usan su imagen.
Esta es la primera vía por la que el jugador puede salvar parte de su dinero. Otra forma es a través de sus sociedades. Estas tributan en función del impuesto de sociedades y de dónde se ubique: en España supone entre el 25% y el 30%, mientras que en Irlanda es del 12,5% y en un paraíso fiscal la tributación no existe. Y aquí es donde entra en acción Messi, su padre y los tres delitos que presuntamente habrían cometido. En la querella, a la que ha tenido acceso este periódico, la Fiscalía describe una estructura muy agresiva y complicada en la que cuesta ver la racionalidad que hay. El delantero argentino ha construido un entramado de sociedades fuera de España (que es donde tiene fijada su residencia, más concretamente en Gavà) algo que es lícito siempre que la sociedad resida y se gestione en el país donde se ha creado.

Uruguay, Belice, Inglaterra y Suiza
Todo apunta a que Leo Messi, supuestamente, no habría tributado todo lo que debía y, además, habría ocultado a los accionistas de sus sociedades (entre los que se encontraría su padre, al que la querella señala como punto de partida del hipotético delito) y el trasiego de dinero desde sociedades creadas en Uruguay y Belice (que son paraísos fiscales, de hecho y en sentido técnico, aunque no en sentido normativo porque no figuran en el RD 1080/1991, que contiene la lista española de paraísos fiscales) hasta las creadas en Reino Unido y Suiza, que son conocidas como jurisdicciones de conveniencia, es decir, países con múltiples convenios de doble imposición para evitar la tributación en el país donde se satisfagan las rentas, leyes permisivas con las operaciones realizadas con sociedades radicadas en paraísos fiscales (permiten el reenvío a las mismas, sin tributación en origen, de casi todos los ingresos) y además permiten la existencia de sociedades de titularidad opaca.
Horacio Messi, padre del jugador, hizo lo que otros muchos, acudir a la ley llevando al límite el contenido de la misma. Ese 15% del contrato que recibía en derechos de imagen a través del club (a lo que se añadirían todos los contratos publicitarios) lo cobraba a través de dos sociedades ubicadas en Uruguay y Belice que no cotizaban nada a Hacienda. Ni en el país sudamericano, ni por supuesto en España. Postura arriesgada y que, al fin y al cabo, ha supuesto la llegada de la denuncia de la Agencia tributaria que es considerada delito fiscal.
El tema publicitario lo gestionaba desde dos sociedades. Una radicada en Inglaterra y la otra enSuiza que, posteriormente, pagaban a las sociedades de Uruguay y Belice abonando sólo impuestos por los márgenes que se quedaban en Inglaterra y Suiza (aproximadamente entre el 8% y el 10% de lo ingresado). El resto no pagaba impuestos, algo complicado de justificar cuando Messi tiene fijada su residencia en España desde hace tres lustros, desde que tiene doce años.
En la actualidad el IRPF en Cataluña está situado en el 56% y el movimiento hecho con Messi no es más que el inicio de actuaciones similares que Hacienda está realizando con deportistas y, especialmente, con futbolistas. Real Madrid y Valencia se encuentran también en el punto de mira. Los jugadores de uno y otro equipo están bajo vigilancia ya que analizan todos sus movimientos. En Italia, el Fisco está exactamente igual y que al primero que han señalado es a Valentino Rossi, un símbolo para el país.

Pagar para evitar la cárcel
¿Por qué se ha llevado a la vía penal? El despacho Garrigues explica que en el momento en el que se traspasa la frontera de 120.000 euros supone un delito fiscal y en el caso de Leo Messi, la Fiscalía considera que hay dolo, es decir, voluntad deliberada de cometer un delito sabiendo que es ilegal. En el caso de que el delantero del Barcelona fuera declarado culpable, todo apunta a que no habría pena de cárcel. En un principio, lo más lógico sería que la defensa de Messi buscase unaexcusa absolutoria y eximente: la reparación del daño, es decir, que pague todo lo que supuestamente ha defraudado. Además, también influiría el hecho de ser la primera vez que comete la ilegalidad de la que es acusado y la inexistencia de delitos anteriores. Leo se libraría de la cárcel, pero no de la multa económica, que puede ir del doble de lo defraudado (8 millones) hasta el séxtuplo (24 millones). Si existe el delito, tarde o temprano tendrá que pagar. No hay escapatoria.(Fuente)

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