Ganó el Barcelona pero el Real Madrid bien pudo llevarse algún punto si hubiese acertado en los primeros minutos de la segunda parte cuando se puso a jugar al fútbol después de una primera parte en la que a Ancelotti le dio un ataque de entrenador. Al final el dos a uno sirve para que el equipo azulgrana se asiente en el primer puesto de la clasificación y abra una brecha de seis puntos con el eterno rival. El partido no fue bueno y estuvo plagado de jugadas conflictivas en ambas áreas, pero los blancos tienen más motivos para reclamar los errores en su contra.
La primera parte fue extraña. Ni el Barcelona ni el Real Madrid cumplieron las expectativas que se habían depositado en la víspera, sobre todo después del ligero bajón tras los partidos de la Champions. Había en ambos equipos demasiado respeto, lo que se tradujo en una andanada de decepción cada vez que el reloj iba devorando los minutos. Sólo hubo tres ocasiones y una de ellas acabó en gol.
En la reanudación, Ancelotti modificó la idea inicial y el equipo fue más natural. Quitó a Sergio Ramos, en este partido medio centro, puso a Illarramendi y el equipo comenzó a funcionar mientras se fue desplomando el Barcelona. Estuvo media hora a su merced hasta que llegó el tanto de Alexis en una vaselina extraordinaria. Antes de esta jugada, Undiano se tragó un penalti de Mascherano a Cristiano. Luego, como siempre, el Madrid tiró de épica y logró su gol cuando el reloj consumía los minutos de descuento.
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