Los superclásicos son momentos únicos, muy especiales. Más con lo que fue mi último clásico contra River, que fue también mi último gol en un clásico, a Carrizo, en un 2-0 en la Bombonera en el 2011. En estos días en los que estuve con algunos de los chicos que juegan, como Gago y Cavenaghi en una charla de la Fundación SOS Infantil, se reviven y remueven muchas cosas dentro de uno... Lo que es la semana previa, los pedidos de los hinchas.... Me generó esas mismas sensaciones de cuando jugaba. La verdad es que extraño los superclásicos, tener el privilegio de salir a la cancha, la gente, el marco, las cargadas o no después de los partidos. Pero ahora lo vivo como espectador, mucho más tranquilo, je.
De todos los que me tocó jugar ( NdeR: 32 entre oficiales y amistosos, con 18 goles), el de los cuartos de final de Libertadores 2000 es muy recordado tanto por mi vuelta y como por el gol, pero fueron muchos los que pasé y tengo en la cabeza. El último no lo puedo olvidar, como tampoco el primero, que fue en el Monumental, que ganamos 2-1 y Diego (Maradona) jugó su ultimo partido. Hasta los del verano los vivía de una manera especial, siempre quise ganarle, hacerle goles. El hincha te lo pide semana tras semana hasta que llega el momento. ¿Que todos sabían que iba a meter un gol en mi último superclásico? Yo no lo sabía , pero se dio y fue el cierre espectacular en la Bombonera, fue todo completo ese día.
Si ahora hay una racha de diez años en la Bombonera será porque Boca fue superior y pudimos plasmar eso en la cancha, tanto en el tiempo en que estuve yo como cuando no. Se ve que el poderío de la localía de Boca se siente, esperemos que siga prevaleciendo, incluso este domingo. Obviamente que tener a 50.000 o 60.000 personas puede jugar a favor como en contra. Pero, si bien en la Libertadores 2004 nos llevamos la clasificación en el Monumental lleno de hinchas de River, no es lo mismo, porque con lo que es la hinchada de Boca en este caso será favorable jugar así.
Lo que siempre está claro es que no hay momentos de los equipos, por más que uno esté puntero y el otro último, cuando llega el momento de jugar el superclásico eso no cuenta para nada. Para el domingo es indistinta la circunstancia que puede vivir cada uno.
Aunque viví muchos partidos ante River, a los que juegan por primera vez no les digo nada, no estoy en el día a día para decirles cómo vivirlos, pero Carlos o los más grandes del plantel, con su experiencia, sabrán transmitirles su conocimiento para que no jueguen el partido en la semana sino el domingo.(Fuente)
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