Uno de los recuerdos más míticos que conservan los aficionados del Granada CF es el día en el que Diego Armando Maradona defendió la camiseta de su club junto a sus hermanos Hugo y Lalo en 1987. Contamos la historia del día en el que uno de los mejores futbolistas de la historia fue granadino.
Si Diego Armando Maradona fuera un muñeco tendría más versiones que una Barbie. Futbolista prodigioso, drogadicto, ex drogadicto, drogadicto de nuevo, líder de una religión, barrilete cósmico, seleccionador fracasado... El astro argentino ha representado infinidad de papeles a lo largo de sus más de cincuenta años de vida y todos han sido analizados hasta la saciedad por la prensa, fans y feligreses. Sin embargo, hay determinados episodios que han quedado olvidados, incluso por él mismo (como sería el caso de su hijo ilegítimo Diego Sinagra), o de los que apenas se conversan recuerdos. En este segundo marco encontraríamos el día en el que Diego Armando Maradona fichó por el Granada CF.
Fue el 15 de noviembre de 1987. Maradona ya se había consagrado como el mejor jugador de fútbol del momento tras su exhibición con Argentina en el Mundial de 1986 y haber liderado al Napoli a levantar el Scudetto por primera vez en la historia. Todos soñaban con vestir al astro argentino con sus colores, y, sin embargo, en aquella tarde de otoño, regresó a España para defender el escudo del Granada CF, un equipo que en ese momento militaba en la Segunda División española. De este modo, Maradona regresaba al fútbol español después de su breve y accidentado paso por el FC Barcelona.
Aunque no fue un fichaje propiamente dicho, sino una operación de 'usar y tirar'. Maradona fichó por el Granada CF para una sola tarde. Suena extraño, pero contextualizada la situación todo queda mucho más claro. En ese momento el argentino era jugador del Napoli, y, evidentemente, el conjunto italiano no tenía pensado dejarle salir. El motivo por el que Maradona jugó aquella tarde con el Granada CF fue porque el club andaluz le presentó una oferta que no pudo rechazar. Le permitiría jugar al menos un partido junto a sus dos hermanos, Hugo y Lalo. "La maravillosa iniciativa del Granada de reunirme con mis hermanos es un sueño que siempre quise cumplir, será la primera vez que juguemos juntos", aseguró el campeón del mundo.
Aquella temporada, el Granada, entrenado por Joaquín Peiró, había cerrado el fichaje de Lalo Maradona con la esperanza de luchar por el ascenso y se le ocurrió una jugada maestra para convertir la llegada del hermano menor de los Maradona en el señuelo para vestir a Diego Armando con la camiseta del club aunque fuera por un sólo encuentro. Así que, en el acuerdo de la operación se incluyó una cláusula por la que Diego Armando y Hugo Maradona se comprometían a disputar un partido amistoso junto a su hermano en el Granada. Y el 15 de noviembre de 1987 se cumplió ese sueño.
Los Cármenes se vestiría de gala para recibir en el partido de presentación al Malmoe sueco, que recibió cuatro millones de pesetas para mitigar las molestias del largo desplazamiento. La ciudad se volcó para ver a Diego Armando Maradona y sus hermanos vistiendo la camiseta del Granada CF. Las entradas en taquilla costaron entre 1.500 y 3.000 pesetas y logró una recaudación de veinte millones de pesetas. Una operación de marketing redonda por parte del conjunto granadino, que incluso contó con un Diego Armando muy involucrado con la causa. Llegó a Granada en un vuelo privado junto a su hermano Hugo, quien entonces jugaba en el Ascoli, su mujer, su madre, y un séquito de quince personas. Una vez iniciado el encuentro, lo dio todo para salir vencedor del mismo.
"Hoy me he sentido jugador del Granada CF", declaró Maradona tras el duelo. Sus gestos y su entrega durante el partido dejaron claro que no se tomaba el encuentro como un amistoso. El Granada CF formó el once inicial con Toni en portería, una defensa de cuatro con Pedro, Lina, Salva y Leo; Delgado y Ramón sosteniendo el centro del campo y un tridente ofensivo con los tres hermanos Maradona Hugo, Lalo y Diego Armando. Los locales acabaron venciendo por 3-2, con goles de Hugo, Manolo, quien entró en el segundo tiempo, y Diego Armando, con un preciso lanzamiento de falta. El entonces jugador del Napoli celebró el tanto como si hubiera sido uno de los más importantes de su carrera y acabó encantado con la experiencia. "No tendré problemas en jugar en Granada y con el Granada más veces", confesó al final del partido.
Jamás volvió. En Granada nunca se volvió a saber nada más de Diego Armando y esa temporada que se inició como un cuento de hadas en el que se cantaron goles del mejor jugador del mundo acabó con el equipo descendiendo a Segunda División B. Un cuento sin final feliz que pocos recuerdan...(Fuente)
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