
El Manchester City venció 4-2 al Viktoria Plzen a medio gas pero con más problemas de los esperados. Se pronosticaba una goleada y de no ser por la entrada de Negredo y Navas el partido hubiera acabado en tablas.

Pellegrini miró entonces a su banquillo. Quitó al Kun del campo y metió a Navas en una decisión con objetivo doble: dar descanso al argentino de cara a la Premier y buscar la reacción de su equipo con la velocidad del sevillano. El cambió resultó perfecto. El City aumentó la presión, Nasri cogió la batuta del equipo y Navas rozó el 2-1, primero en un disparo fortísimo desde el costado del área y después en una vaselina que se le quedó corta. El extremo contagió su intensidad al resto de compañeros y Fernandinho rondó el tanto en un cabezazo tras un centro exquisito de Nasri. El 2-1 era inevitable y Navas lo hizo posible con un centro medido hacia el área que el francés envió a las redes.
El Viktoria no se rindió y volvió a por el empate. Lo buscó Kolar con un disparo lejano y lo encontró Tecl tras una jugada colectiva que evidenció de nuevo los problemas defensivos de los citicens.
Con el 2-2 y pasado el efecto Navas Pellegrini volvió a tirar de su banquillo y encontró en Negredo la solución. El Vallecano salió al campo en el 75 y solo tres minutos más tarde, tras otra asistencia de Navas desde la derecha, acudió a su cita con el gol para hacer el 3-2. El Victoria lo dio entonces por imposible y el City tuvo tiempo para otro tanto más, esta vez de Dzeko.(Fuente)
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