viernes, 21 de septiembre de 2012

Toto Tamuz, la soledad del nueve

Toto Tamuz, delantero del Hapoel de Tel Aviv
Toto Tamuz, delantero del Hapoel de Tel Aviv
Toto Tamuz, delantero del Hapoel de Tel Aviv, se enfrentará al Atlético de Madrid en la Europa League y queremos descubrir la historia de superación que se oculta sobre el potente atacante israelí.
Cuando se despertó estaba solo. Llamó a su madre y nadie respondió. Gritó el nombre de su padre y tampoco hubo respuesta. Estaba solo. Le habían abandonado. Cuando pudo calmarse encontró una cara conocida, un compañero del equipo de fútbol en el que jugaba su padre, el Beiter Netanya; quien le explicó lo sucedido. Le contó que sus padres se habían visto obligados a regresar a Nigeria porque se habían quedado en bancarrota después que el Beitar Netanya no le hubiera pagado el salario que habían firmado y no tenían tanto dinero como para pagar el billete de los tres. También le dijo que temporalmente viviría con él, que sus padres habían prometido que reunirían dinero y pronto volverían a buscarle. Era mentira. Jamás volvió a verlos.
Ese fue el inicio de la larga historia de superación de Toto Adaruns Tamuz Temile -futbolísticamente conocido como Toto Tamuz-, para quien lo peor todavía estaba por llegar. Esa 'cara conocida' que le había acogido momentáneamente no pudo asumir de manera permanente la 'inesperada paternidad'. Toto Tamuz tan sólo tenía cuatro año y se encontraba completamente solo. Sin familia, sin amigos, ni conocidos. A solas en Israel, el país al que llegó siendo un niño y del que desconocía el idioma, las costumbres o la religión, pero del que se acabó enamorando hasta sentirlo como propio.
Orit Tamuz representa el punto de inflexión en la vida de Toto Tamuz. Ella le recogió de la calle para convertirlo en su hijo. Le crió, le brindó una buena educación, le instruyó en el judaísmo y, lo más trascendente de todo, le descubrió el fútbol, el deporte que practicaba su padre biológico y que indirectamente le había llevado a Israel. El deporte que cambiaría de nuevo su vida y esta vez para siempre. Con el apoyo de su madre adoptiva, Toto Tamuz pronto comenzaría a destacar jugando a fútbol. Deslumbró como delantero en el Hapoel Petah Tikva, su primer equipo, y en menos de un año ya se había ganado el fichaje por elBeitar Jerusalem, uno de los clubes más potentes de Israel, quien lo contrató con apenas 16 años.
Pese a su corta edad, se convirtió en un referente dentro del Beitar Jerusalem y en una de las sensaciones del fútbol israelí. Convertido en un ídolo para el Teddy Stadium, gracias a sus goles levantó dos veces la Israeli Premier League y otras tantas la Israel State Cup, firmando un doblete liga-copa en 2008. Como consecuencia de sus notables actuaciones llamó la atención del seleccionador israelí Dror Kashtan. Toto Tamuz recibió la noticia de su convocatoria por la selección absoluta de Israel como un honor, pero pronto recibiría un gran golpe. No podía defender a su país sobre un terreno de juego porque legalmente Israel no era su país. Toto vivía en Israel en condición de inmigrante ilegal. Su pasaporte le consideraba nigeriano y, por lo tanto, la FIFA no podía aceptar su convocatoria con otro país que no fuera Nigeria.
Pero Toto Tamuz se sentía israelí. Inició los trámites de nacionalización, pero se la negaron. Luego recurrió a la FIFA, quien tampoco pudo ayudarle. Nigeria intentó aprovechar la confusión. Le ofreció la posibilidad de olvidarse de todo y jugar para las Super Águilas, pero Toto respondió negativamente. Se sentía israelí y quería jugar con Israel. Finalmente, Roni Bar-On, ministro del interior israelí, le concedió la Carta de Naturaleza y por fin pudo jugar para Israel, en los partidos clasificatorios para la Eurocopa del 2008. Se trataba de una situación excepcional y el gobierno israelí tomó una decisión polémica, pero que favorecía a su selección. Toto Tamuz pudo debutar con Israel, anotó dos goles, aunque no pudo lograr la clasificación para la fase final de la Eurocopa del 2008.
Desde entonces, la dimensión de Toto Tamuz ha menguado comercialmente conforme crecía su edad, pero futbolísticamente ha evolucionado hasta convertirse en un goleador letal. Su potencia física le define, pero cuenta también con habilidad para conducir el balón, un buen disparo y, sobre todo, un control orientado que le permite obtener ventaja ante cualquier rival. Es uno de los jugadores más destacados de la liga de Israel y así lo ha demostrado desde que en 2010 abandonó el Beitar Jerusalem para fichar por el Hapoel de Tel Aviv. Con su nuevo equipo ha logrado ganar dos copas más, además de proclamarse máximo goleador de la liga con 21 tantos. Su próximo reto es conquistar Europa y el primer obstáculo es el Atlético de Madrid, contra quien se enfrenta en la primera jornada de la Europa League. Toto Tamuz se enfrenta al campeón, pero ya no está solo. Ahora es uno de los hombres más queridos de todo Israel. Y el amor es recíproco.(Fuente)

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