En el año 2001 el Betis volvía a disfrutar de la primera división tras conseguir un trabajado ascenso en la temporada anterior. El equipo marchaba bien. Tras 10 jornadas de liga el equipo iba sexto en la clasificación e incluso jornadas antes había llegado a conseguir el líderato. Era un equipo liderado por una nueva hornada de canteranos entre los que se encontraban Joaquín, Capi o Juanito, que con Juande Ramos por aquel entonces de entrenador, incluso ya habían derrotado al Real Madrid más galáctico que se recuerda con un Zidane recién llegado a la liga.
Todo parecía ir sobre ruedas pero aquella noche de 31 Octubre estaba anotada en rojo para varios jugadores de la plantilla. El centrocampista Benjamín Zarandona organizó "una reunión" de amigos en su chalet de la urbanización Santa Verde. En principio iban a asistir unos 30 invitados entre amigos del jugador, señoritas y un 60% de la plantilla del Betis (se ausentaron los lesionados). Sólo parecía haber una regla para asistir a la fiesta; nada de mujeres y novias.
Sin embargo, lo que en principio iba a ser una fiesta tranquila con música, tabaco y alcohol se fue tornando en la más estrambótica de las fiestas al más puro estilo americano. Todo se empezó a ir de las manos. En casa de Benjamín aparecieron cerca de 70 personas, entre las que había mujeres desnudas por la casa y gente correteando por la casa. El desfase, quizá no premeditado invadió la residencia y Benjamín incluso salió al jardín para comprobar si el ruido estaba superando los límites vecinales. Fue en ese momento cuando el jugador atisbó un coche oscuro aparcado a las fueras de su casa ¿Quién sería? Pronto lo descubrirían.
El Truco o Trato de Lopera
Corrían las 4:30 de la madrugada, la fiesta estaba en pleno en apogeo y de repente llamaron a timbre de la casa. Benjamín abrió la puerta pensando que se trataba de algún invitado rezagado pero cual fue su sorpresa al encontrarse al presidente Don Manuel Ruíz de Lopera escoltado por el entrenador del equipoJuande Ramos y su segundo Carmelo del Pozo. No había peor pesadilla para la noche de los difuntos.
El presidente no vino a recoger chucherías y decir truco o trato sino que dio las buenas noches y entró en la residencia para comprobar con sus propios ojos quienes estaban implicados en tal escándalo. En ese momento la música se paró, alguna señorita ligera de ropa se sorprendió de la importancia de la fiesta (al ver al presidente y al entrenador) y algunos jugadores comenzaron a correr por la casa.
La anécdotas más contadas en Sevilla cuentan situaciones subrrealistas como la de Denilson metiéndose en el baño intentando huir por la ventada para no ser visto por el presidente. "Denilson no huyas hombre, que te he visto" le espetó el máximo accionista del Betis en aquel momento. Joaquín se lo tomó con su particular humor y dijo algo parecido a esto: "Joe, pues si que se parece la careta al Lopera, oye...! Mientras otros cuentan que Juanito no daba crédito a lo que veía "Kiyoo que habéis echao en los cubatas que estoy viendo a Donmanué en la puerta con el míster"
Pocos olvidarán esa famosa fiesta de Halloween que tan comentada fue en Sevilla durante meses. Los jugadores fueron duramente criticados, sobre todo tras la derrota en el partido de la jornada siguiente ante el Zaragoza 0-1. No obstante, tras aquella famosa fiesta, la plantilla del Betis se conjuró, cerró filas en torno a un mismo objetivo y consiguió encadenar 14 partidos sin perder logrando una meritoria clasificación europea afincado en la sexta plaza al final de liga.(Fuente)
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