sábado, 27 de abril de 2013

Uwe Seeler, un icono con rango de leyenda

West German captain Uwe Seeler is chaired by teammates

Cuando pensamos en Franz Beckenbauer, Alfredo di Stefano, Diego Maradona o Pelé, por poner cuatro ejemplos, enseguida los asociamos con cuatro clubes determinados: Bayern de Múnich, Real Madrid, Nápoles y Santos, respectivamente. Lo mismo ocurre cuando oímos el nombre de Uwe Seeler. A los aficionados ya veteranos inmediatamente se nos viene a la cabeza el Hamburgo, porque nuestra noción del otrora delantero estelar está indisolublemente ligada a la del Dinosaurio, miembro fundador de la Bundesliga alemana.
Una de esas figuras que no se olvidan
Nacido el 5 de noviembre de 1936 en Hamburgo en el seno de una familia de deportistas —su padre Erwin era a la sazón uno de los futbolistas más populares de la ciudad— Uwe Seeler empezó a jugar a los 10 años con los Pantalones Rojos. En 1953, es decir, cuando sólo tenía 16, debutó en el primer equipo.

"La decisión del entrenador de sacarme entonces me pilló totalmente por sorpresa. Jugamos en el Rothenbaum (ndlr: un antiguo estadio de la ciudad, demolido en 1997) contra el Goettingen 05, y mi marcador era el doble de grande y pesado que yo. Sin embargo lo hice bien, e incluso le gané el pulso en algunos balones altos", recuerda riendo Seeler en su conversación con FIFA.com.
Andando el tiempo, Uns Uwe, "Nuestro Uwe", como le llaman desde entonces por su enorme popularidad, no sólo se convirtió en un auténtico ídolo local, sino que su fama se extendió mucho más allá de los límites de su urbe natal.
Un capitán honorífico sin títulos
Seeler defendió por primera vez los colores nacionales a las órdenes del legendario Sepp Herberger en 1954, apenas unos meses después de que la selección alemana obrara "el Milagro de Berna" en la final de la Copa Mundial de la FIFA celebrada en Suiza, hasta entonces la apoteosis del fútbol germano. Aquél fue el principio de una larga y gloriosa trayectoria con la Mannschaft.

El romperredes de 1,68 metros de estatura lució 72 veces la camiseta del águila en el pecho, con la que marcó 43 goles, llegando a ser considerado uno de los mejores delanteros centro de todos los tiempos. Aunque no pudo conquistar ningún título al servicio de su patria, sus éxitos como internacional hablan por sí mismos, pues fue subcampeón del mundo en 1966, quedó tercero en 1970, y cuarto en 1958.

Dos años después de su retirada, el combinado teutón levantó el trofeo europeo, y en 1974 se coronó campeón del mundo en su propio territorio. Pese a su desencuentro con los títulos, Seeler fue nombrado capitán honorario de la selección alemana.

"He hecho muchos goles bonitos"

Su carrera profesional, como hemos mencionado, se desenvolvió por completo en el Hamburger SV. Hasta nueve veces ganó el campeonato del norte de Alemania con el club de sus amores, y en 1960 incluso se proclamó campeón nacional.
Ese mismo año el porfiado delantero fue elegido además Futbolista del Año en su país. Seeler, que al igual que Pelé, Diego Maradona, Ronaldo u Oliver Kahn tomó parte en cuatro Copas Mundiales, levantó en 1963 la Copa de Alemania, y en la temporada siguiente fue el primer máximo goleador de la recién inaugurada Bundesliga.
"A lo largo de mi carrera, he hecho muchos goles bonitos y también importantes: de chilena, en plancha y hasta con la nuca. Pero yo no soy de los que se mueren por la belleza. Para mí lo más bonito es que el balón cruce la línea de meta. Un gol personalmente muy importante fue el que marqué en 1965 en Suecia. Estábamos obligados a ganar para acceder al Mundial de Inglaterra. Yo aún estaba convaleciente tras someterme a una operación seria en el talón de Aquiles y aún no sabía a ciencia cierta si iba a aguantar. El hecho de marcar un gol en aquel partido fue muy importante para mi confianza, porque me di cuenta entonces de que iba a poder seguir jugando como internacional", rememora el propio Seeler ante el micrófono de FIFA.com


Más que un futbolista

En realidad, Nuestro Uwe se distinguía menos por su técnica refinada que por su pugnacidad y esfuerzo. Jamás podremos olvidar su legendario gol de cabeza contra Inglaterra en cuartos de final de la Copa Mundial de la FIFA 1970. "Sí, ese gol con la nuca", comenta Seeler, "no creo que se pueda entrenar. Más que nada, fue fruto de la necesidad. El balón venía en mi dirección pero tuve que correr hacia atrás para rematarlo. No es fácil correr hacia atrás. Y tuve un poco de suerte de que el balón me pegara en la nuca y se introdujera luego en la portería".
El hoy señor de 76 años, padre de tres hijos, siempre ha sido un modelo de conducta, dentro y fuera de los terrenos de juego, y a lo largo de su vida ha sido distinguido con numerosos honores además de con un largo etcétera de galardones futbolísticos. Entre los más sobresalientes constan la Silberne Lorbeerblatt ("hoja de laurel de plata", el máximo premio deportivo en Alemania) y el Bambi. Además fue el primer deportista en recibir la Orden del Mérito de la República Federal de Alemania y en ser declarado "Ciudadano de Honor" de Hamburgo.
Hoy disfruta de su jubilación en la metrópoli hanseática, como no podía ser de otro modo. Décadas después de colgar las botas, sigue siendo tan querido como siempre entre sus paisanos. Y de la misma manera que nosotros no nos olvidamos de Nuestro Uwe, él tampoco oculta su gran amor por el fútbol: "Soy un hamburgués de pura cepa, y llevo el rombo del equipo grabado en el corazón. Soy un hincha entusiasta. El HSV es mi club".(Fuente)

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