Son ya casi 107 años de rivalidad entre Real Madrid y Atlético. De derbis trepidantes, de goleadas favorables a uno y otro equipo, de históricos que han vestido las dos camisetas, como Hugo Sánchez o Bernd Schuster, de rachas buenas y malas como la que persigue en los últimos tiempos a los rojiblancos: 14 años sin ganar al eterno rival…
Pero si sus enfrentamientos en Liga han dado lugar a multitud de historias y anécdotas, qué no decir de los duelos coperos. Por eso, en las horas previas a la que será la quinta final de Copa del Rey entre merengues y colchoneros, FIFA.com echa la vista atrás y repasa las cuatro citas anteriores, en las que el balance es favorable a los atléticos.
1. Atlético 3-1 Real Madrid26/06/1960, Madrid, estadio Santiago Bernabéu
A la primera final de Copa entre ambos equipos llegaba el Real Madrid como claro favorito tras su exhibición en la Copa de Europa. Aquel equipo de leyenda, que contaba en sus filas con Ferenc Puskas y Alfredo Di Stéfano, acababa de conseguir su quinto entorchado continental tras arrasar en la final 7-3 al Eintracht de Frankfurt, y en las filas atléticas ganar aquella final se veía poco probable. “No creíamos que podíamos ganar al Madrid de las cinco Copas de Europa. Estábamos un poco asustados”, reconocería años después Adelardo, uno de los estandartes rojiblancos. Y sin embargo, el Atleti echó por tierra los pronósticos y se impuso 3-1 en la final del “milagro de Villalonga”, tal y como se la conoce. El técnico colchonero logró secar a Di Stéfano, y la lesión de Paco Gento minó a los blancos. Pese al gol inicial de Puskas, el Atlético consiguió su primer título de Copa y eso que, según Adelardo, la Saeta Rubia se las prometía muy felices: “’El único título que me falta es la Copa y este año seguro que me la voy a llevar’, decía, pero no lo logró ni en el 60 ni el 61. Luego, cuando nos reuníamos, le decíamos: ‘Alfredo, te toca esperar’”.
Así, un año después, volvieron a verse las caras madridistas y atléticos. Era la final de la revancha y de nuevo el Madrid jugaba en casa… pero el trofeo volvió a ir a las vitrinas rojiblancas, y Di Stéfano tendría que esperar un año más para hacerse con él. El guión de la final, con un gol inicial de Puskas, fue muy similar al del año anterior, salvo por un pequeño detalle: Miguel Muñoz, técnico blanco, decidió cambiar de portero y sentó a Domínguez. Cuenta la leyenda que el guardameta se ponía nervioso ante el Atlético, y el año anterior, en la final, había cometido un grave error al blocar un balón, que había terminado en gol para el archirrival. El Flaco no se tomó nada bien la suplencia, como reconoció su compañero Pachín: “Muñoz estaba un poco mosca con Domínguez cuando jugaba ante el Atlético. ¡La que se lió en el vestuario al descanso! No le sentó nada bien ir al banquillo. Le pareció que le acusaban de ser un poco ‘gafe’”. Di Stéfano anotó un gol, pero el Galgo Joaquín Peiró destrozó a la defensa blanca y dio la victoria nuevamente a los colchoneros.
Catorce años tuvieron que esperar los aficionados para presenciar un nuevo derbi madrileño en la final de Copa. Y esta vez, como en las anteriores, no ganó el favorito. El Madrid llegaba como campeón de Liga, pero el Atlético lo hacía como campeón de la Copa Intercontinental y jugaba en casa. Pese al 0-0, ésta es, posiblemente, la final más espectacular de cuantas han disputado ambos equipos. “Fue precioso. Dos equipos al ataque desde el principio, pero a veces el balón no entra”, señaló Carlos Alonso Santillana, figura del Madrid. El partido tuvo de todo, hasta un gol fantasma y otro anulado por fuera de juego posicional para los rojiblancos. Al final, el Madrid, que venía de ser eliminado por penales en la Copa de Europa, ganó el torneo desde los 11 metros en una tanda en la que son recordados los fallos de Gárate y Salcedo por parte atlética, y de Vicente del Bosque por parte madridista.
4. Atlético 2-0 Real Madrid27/06/1992, Madrid, estadio Santiago Bernabéu
El técnico rojiblanco Luis Aragonés ya había perdido la final de Copa del 75 ante el Madrid, y no estaba dispuesto a que la historia se repitiese. Por eso, a primera hora de la mañana del “día D” irrumpió en la habitación de Paulo Futre, una de las estrellas del equipo, y le recordó que, dos años atrás, varios jugadores del Madrid se habían burlado del estilo tosco de su compañero Pizo Gómez. “Hoy ha llegado el día de vengarle” -cuenta el propio Futre que le dijo Aragonés- “¡Míreme a los ojos, no me puede fallar ni a mí ni a sus compañeros!” El Madrid de la Quinta del Buitre vivía sus últimos días, pero la calidad del equipo, con Míchel, Gordillo, Hierro y el propio Butragueño, era innegable. Tras perder la Liga en el último momento, el equipo iba con todo a por la Copa, pero Futre y sus compañeros volvieron a demostrar que en estos partidos no hay favoritos. Los rojiblancos dominaron y ganaron gracias a dos chispazos de Schuster y Futre. El portugués vengó a Pizo. “Dicen que un gol es como un orgasmo, y es… mentira. Pero al marcar el 2-0 me estallaban las venas del cuello. Si existe el éxtasis en la vida, lo alcancé ahí”, rememora.(Fuente)
No hay comentarios:
Publicar un comentario