Andrés Iniesta doblando la película de ¡Piratas!.
Los futbolistas podrían vivir únicamente del fútbol y sus altos salarios, pero cada vez son más los que buscan o crean sus propios negocios lejos de los terrenos de juego y en Fútbol Primera.es repasamos los casos más llamativos en este sentido.
Si hay algo que tienen en común la mayoría de los futbolistas es que en sus contratos aparecen elevadas cifras que pasarán a engrosar sus valiosas cuentas corrientes. Aunque para cualquier ciudadano de a pie esa ingente cantidad de dinero podría solucionar todos sus problemas económicos, para los futbolistas y los que ya han colgado las botas puede convertirse en un auténtico quebradero de cabeza el no saber cómo gestionar todo ese patrimonio que han ido acumulando a lo largo de su carrera. Los jugadores se enfundan el traje de empresario para tratar de sacar el máximo rendimiento a los ingresos que obtienen a través del fútbol mientras están en activo.
Hoy día, Andrés Iniesta es referente no solo dentro del campo sino también en el mundo de los negocios por la variedad de sectores en los que ha invertido su capital. Es el máximo accionista del Albacete Balompié, club en cuyo pecho portan la publicidad de uno de sus patrocinadores: Bodegas Iniesta, propiedad del jugador del FC Barcelona. Lo destacable de sus acciones no es que sepa cómo manejar sus cuentas, sino que sus inversiones dan trabajo a los que fueron sus vecinos tanto en sus Bodegas como en Andrés Iniesta Construcciones, empresa dedicada al sector de la construcción, reformas y compra-venta de inmuebles que también le pertenece.
Kanouté también decidió emplear parte de su patrimonio en comprar una mezquita en Sevilla para ayudar a los fieles musulmanes de nacionalidad española, argelina y senegalesa que acudieron en busca del sevillista para tratar de evitar el cierre de su centro. Unos 500.000 euros fue el coste de la operación de la que simplemente aportó que se trataba de un local en venta bien situado y que decidió invertir en él como en cualquier otro.
Algo más ociosos son los gustos de Ronaldinho ya que se compró una discoteca delante de su casa y pretendía construir un túnel subterráneo que comunicara ambas propiedades. No obtuvo el permiso y su idea debe mantenerse a la espera de un cambio de planes. Su compatriota Neymar tampoco escatima en gastos y decidió comprarse un yate valorado en seis millones de euros para rendir homenaje a su madre. Entre las características de la embarcación destacan los 23 metros de eslora, las tres plantas que posee y toda clase de lujos en sus cuatro camarotes-suites, comedor, barra de bar o jacuzzi al aire libre.
Más serios son los negocios de Alexis Sánchez del FC Barcelona, quien empleó un tercio de lo que su actual club pagó al Udinese a bonos de empresas de liquidación, otro en acciones y el último en renta fija internacional. Arturo Vidal, por su parte, utiliza su dinero para la compra de lujosos coches como un Lamborghini Gallardo y en adquirir cerca de veinte caballos pura sangre. Además, el 70% de lo que gana lo usa para acciones o realizar depósitos. A Cuauhtémoc Blanco se le ha vinculado numerosas veces con las apuestas de caballos, a donde iría gran parte de sus ingresos.
Es común ver cómo los futbolistas no dudan en comprar lujosos coches que coleccionan como cromos en los garajes de sus casas. Piqué, Gerrard, Messi, Ronaldinho, Henry, Eto’o, Ibrahimovic o Rooney son algunos de ellos. Otros deciden personalizar sus automóviles hasta tal punto que el tuneo puede rondar los 300.000 euros tratando de convertir su coche en el del futuro. Así, Jermaine Pennant dio mucho que hablar con el nuevo Aston Martin DBS por su aspecto brillante. En 2010 protagonizó una de las anécdotas más curiosas. El jugador inglés deseaba llegar con tanta rapidez a Inglaterra que dejó olvidado su Ferrari de color rojo en la estación de Delicias de la capital aragonesa.
La extravagancia puede llegar a límites insospechados cuando en lugar del “típico” Lamborghini se encuentra la cabina de un camión. Así es como Pandiani acude a entrar bajo el asombro de los que lo ven por primera vez en su coche. Didier Drogba financia con sus ingresos fábricas de café y chocolate en Costa de Marfil para dar trabajo a las mujeres. También se ocupa de mantener orfanatos y escuelas, así como de la creación de un hospital. Todo lo recaudado gracias a sus sponsors puede ayudar a los más necesitados de su país e incluso ha conseguido que Lampard o Terry participen.
En el caso de Fernando Torres decidió fundar la compañía Fernando 9 Torres junto a sus padres en 2006. Por medio de esta empresa gestionaría cada uno de sus contratos publicitarios. También apoyado por sus progenitores, Iker Casillas creó Ikerca por medio de la cuál canaliza sus bienes en Villaviciosa de Odón y Boadilla del Monte. Con su sueldo de diez millones al año cuenta con más de veinte propiedades como los cinco chalets en la urbanización Miramonte, de más de 180 metros cuadrados cada uno. En esa misma localidad tiene otras dos casas, varios pisos (más cuatro en Boadilla), trasteros y garajes.
La principal fuente de ingresos de Raúl González proviene de la inversión en fondos, derechos de imagen y promoción inmobiliaria. Lo tuvo claro desde el principio y con perspectivas de futuro creó 29 de Octubre SL vinculada a Europa Scar Sport, ambas relacionadas al mundo del ladrillo. El que fuera ‘7 blanco’ no es el único futbolista que invirtió en este tipo de negocios. Valery Karpin tras retirarse y reformar un edificio en Vigo donde situaría las oficinas de Valery Karpin SL con Michel Salgado de asociado, decidieron comprar el barrio de El Cura con la intención de crear un centro comercial y construir alrededor de cuatrocientas viviendas. Sin embargo, la crisis ha hecho mella en este sector y el proyecto quedó paralizado por lo que el ex jugador del Celta decidió regresar al fútbol en Rusia tras perder los cien millones de euros que le había costado la idea. Por su parte, el yerno de Lorenzo Sanz decidió montar su propia empresa inmobiliaria sin que le aportase demasiados beneficios.
Otro exfutbolista, Claudio Caniggia, ha explicado en numerosas ocasiones cómo empleó parte de su dinero, además de en asuntos inmobiliarios, como intermediario entre clubes italianos, turcos e ingleses con el mercado de Sudamérica. Asegura que aunque aún no posee una fortuna que le permita vivir sin trabajar, sus inversiones en Real State le ayudaron bastante.
El multimillonario ruso Abramovich decidió involucrarse por completo en el mundo del fútbol comprando el Chelsea por cerca de 200 millones de euros. Un antojo que podría ser menos llamativo que las 40 hectáreas en la Luna que regaló a su novia y que puede venderse, alquilar o dejar como parte de una herencia.
El mundo de las bodegas y de la elaboración del vino resulta atractivo para muchos futbolistas. Además de Iniesta hay que sumar otros nombres que, por ejemplo, Michel, Rafa Martín Vazquez, Aitor Karanka, Antonio Martín, Emilio Butragueño y el impulsor, Manolo Sanchís, son socios de la bodega Casalobos en tierra de La Mancha. La bodega Cepa 21, perteneciente al grupo Emilo Moro, cuenta con algunos de los nombrados anteriormente, Sanchís y Butragueño, a los que se les une el futbolista brasileño Ronaldo, entre otros.
Hace algunos años los jugadores en aquel momento del Valencia: César, Bruno, Alexis, Navarro, Marchena, Silva, Joaquín, Vicente, Albelda, Baraja, Villa y Mata fueron noticia como ejemplo de los negocios en los que se introducen los futbolistas para gestionar sus patrimonios. Todos ellos aparecían en los contratos como socios, administradores o gestores de empresas de publicidad, relaciones públicas o inmobiliarias. Alexis, además, poseía un comercio de venta al por mayor de vehículos. Bruno centrado en la producción de energía alternativa. Joaquín centró uno de sus cuatro negocios a la colocación de artistas. Conviene recordar lo sucedido con él cuando decidió comprarse un Ferrari y llegó tarde al entrenamiento porque no sabía cómo arrancarlo. Emery además de administrador de Unalulan SL dedicado al comercio al por mayor tiene otra empresa de maquinaria industrial.
Si hay que hablar de imperios conseguidos gracias al fútbol y la publicidad no se puede pasar por alto a David Beckham que junto a su mujer ha sabido revalorizar lo conseguido y convertir en oro todo lo que tocaban. Han creado su propia marca de ropa, perfumes, todo tipo de inversiones, adquisición de mansiones, compra de coches lujosos e incluso escuelas de fútbol en Brasil. A menor escala pero igualmente llamativos son aquellas excentricidades que demuestran que el poder adquisitivo lleva a malgastar dinero, por ejemplo, adquiriendo escáner para identifica sus prendas de ropa y conocer con exactitud cuándo se han puesto cada cosa para no caer en la repetición de modelos, o contratando a un empleado a cambio de unos 2.000 para que les haga el trabajo de abrir sus regalos de Navidad.
Messi se ha convertido en el futbolista mejor pagado por lo que desde el primer momento ha pretendido asesorarse bien para poder manejar un patrimonio que crece por día y que se ha destinado a la compra de inmuebles en su ciudad natal, construcción de un club de campo o la adquisición de algunas plantas de la Torre más alta de su ciudad, la torre Aqualina.
En el lado opuesto se sitúan otros jugadores deciden invertir su dinero en negocio menos ostentosos. Carlos Camejo, por ejemplo, prefirió poner un puesto de frutas y verduras que fue arrasado por aficionados extremistas en una noche de malos resultados. Darío Silvaunió todo lo obtenido de su paso por España, Italia e Inglaterra antes de su accidente a finales del 2006 para emplearlo en acciones de campo y en la cría de caballos árabes. Los uruguayos Juan Carlos Blanco, Ildo Maneiro y Julio César Morales invirtieron en negocios referentes al tabaco y al reparto de cigarrillos. A principios de la década del 90 se pusieron de moda las escuelas de fútbol creadas por exfutbolistas. Es el caso de Davor Suker que dirige la Davor Suker Soccer Academy en Croacia, trabajo-hobby que compagina con sus inmobiliarias en Alicante.
La crisis ha mermado la proliferación de nuevos negocios por parte de los futbolistas que quieren sacarle el máximo partido a lo ganado. Tratan de asesorarse por expertos que mimen cada euro de sus cuentas corrientes.(Fuente)
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