El Fluminense ganó hoy su segundo título de liga en tres años gracias a haber mantenido la misma base de jugadores y el mismo espíritu de garra y buen trato al balón.
El equipo carioca ganó la liga en 2010, el año pasado no se bajó del podio -quedó tercero- y, al coronarse hoy campeón con tres jornadas de anticipación, terminó con la mejor campaña de un equipo desde 2007, cuando el Sao Paulo ganó el título en la jornada 34.
El secreto del equipo fue que mantuvo la misma medular: Fred, Deco, Diguinho, el colombiano Edwin Valencia y los defensas Gum, Leandro Euzebio, Carlinhos y Digão estaban presentes en la plantilla de 2010, además del portero reserva Ricardo Berna.
Thiago Neves, uno de los responsables del buen juego de este año, no estaba en las filas del club carioca en el anterior título de liga, pero sí contribuyó a alcanzar la final de la Libertadores en 2008 y la de la Copa Sudamericana en 2009.
Neves recaló después en el Hamburgo alemán y el Al Hilal saudí y en su regreso a Brasil el año pasado defendió al Flamengo, máximo rival del Fluminense, antes de volver a casa.
Si la continuidad en las piezas ha sido fundamental, la consistencia en el estilo de juego propuesta desde el banquillo también fue un factor decisivo.
Abel Braga llegó en 2011 tomando el testigo del técnico campeón, Muricy Ramalho, para dar continuidad a la política de exigencia de resultados que, en algunas ocasiones, ha mermado el espectáculo.
No obstante, la calidad de jugadores como Wellington Nem -una de las revelaciones del año pasado- o Thiago Neves, que ha vuelto a entrar en las convocatorias de la selección brasileña, han garantizado el buen juego del Fluminense.
El mundialista portugués Deco, de 35 años, aportó el cerebro y el delantero Fred, nada menos que 19 goles, casi un tercio del total que ha marcado el equipo.
En la portería el conjunto tricolor tuvo todo un seguro, Diego Cavalieri, que ha encajado 26 goles y ha sido hasta ahora el mejor portero de la liga con diferencia.
Al 'Flu' no le tembló el pulso en casa, donde solo perdió un partido, precisamente ante el Atlético Goianiense, último clasificado y ya descendido a segunda división.
Fuera de Río de Janeiro, el campeón se convirtió en el visitante más indigesto y solo perdió dos encuentros, eso sí, contra rivales directos, primero contra el Gremio (1-0) en la duodécima jornada y contra el Atlético Mineiro, en un partido de gran emoción que terminó 3-2 para los de Ronaldinho Gaúcho y dio vida a la liga en la fecha 32.
El Fluminense fue a la sombra del Atlético Mineiro hasta la jornada 22, cuando se puso líder gracias a una victoria por 3-1 sobre el Santos y al aprovecharse de un pinchazo de los de Belo Horizonte.
El Atlético Mineiro aguantó el pulso con firmeza, más de lo que cualquiera podría haber anticipado antes del inicio de la liga, pero las limitaciones de su banquillo lo llevaron a desinflarse en las últimas semanas.
Después de asumir el liderato, el Fluminense tomó cuerpo con un balance de ocho victorias y un empate en diez partidos, con permiso al citado tropiezo contra el Atlético Goianiense, una racha que le permitió abrir nueve puntos sobre el segundo y que ha sido ya insalvable.
El gran reto del equipo, como han reconocido todos los jugadores y directivos del club, será conseguir su primer gran éxito internacional el año que viene.
En 2008 y 2009 el Liga de Quito fue su verdugo en las respectivas finales de la Libertadores y Sudamericana, por lo que los hinchas no celebran un título ante clubes extranjeros desde la Copa Río de 1952.(Fuente)
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