Didier Drogba (35 años) regresó hace tres meses de su triste aventura en China que acabó en fracasocomo la de otros muchos que van buscando dinero y tranquilidad y no encuentran ni una cosa ni otra porque terminando siendo víctimas de falsas promesas y de millonarias estafas. Antes de viajar hasta Pekín, el delantero se ofreció hasta en dos ocasiones a su 'daddy Mou' con tal de volver a estar a sus órdenes y poder jugar en el Real Madrid, uno de los pocos objetivos que no ha podido cumplir en su vida.
Drogba se marchó hacia Asia con el deber cumplido y con la conciencia tranquila. Lo primero por laChampions que se propuso ganar cuando decidió dejar el Chelsea ante la decisión de Abramovich de renovar año a año y por la que arrastró a sus compañeros a una pelea que parecía utópica y que se convirtió en realidad. Lo segundo por el baño de oro que dio a todos los que con el compartieron el sueño de la Champions. Levantaron la Copa de Europa y días después se colocaron un anillo de oro que Drogba regaló a todos los jugadores del equipo inglés. El precio del obsequio, un millón de euros, procedente de Bervely Hills, uno de los domicilios del delantero aunque está arraigado en Londres, donde uno de sus hijos juega en el equipo infantil del Chelsea y al que acude a ver jugar en cuanto los aviones privados se lo permiten.
Ese millón de euros poco importa a un jugador multimillonario, con múltiples negocios en Costa de Marfil y que ha ganado mucho dinero jugando al fútbol. Abramovich le pagó en los últimos cuatros años como jugador del Chelsea diez millones de euros por temporada, lo que unido a esos negocios y a sus importantes campañas comerciales como la mundial con Pepsi, le han colocado como una de los personas más ricas del país africano. Su generoso carácter le ha llevado a donar cuatro millones de euros para la construcción de un hospital en Abidjan a través de su fundación, además de participar en diversas campañas contra el Sida de la mano de Nike o ser 'embajador de buena voluntad' de las Naciones Unidas. Acciones que le llevaron a figurar entre las 100 personas más influyentes del planeta para la revistaTime.
Drogba es un tipo con carácter, líder allá donde se calza las botas y con llegada entre la afición por esos gestos tan 'tirbuneros' que repite habitualmente y que tienen tanto calado entre los seguidores. En el Chelsea era de los jefes del vestuario. Compartía galones con Terry y Lampard, pero a su lado tenía a la multitud de jugadores de color que poblaban el vestuario del Stamford Bridge. Essien, Malouda, Obi Mikel... se convirtieron en sus fieles más cercanos. Fue de los más críticos con Villas-Boas cuando el portugués intentó cargarse a los veteranos del equipo y cuando le dio la posibilidad de hacer con la titularidad se comió al ex del Oporto. Manda, ejerce de jefe. Es exigente con los compañeros pero éstos aceptan sus órdenes por la respuesta que el delantero da en cada partido. Buen amigo de Torres, el africano quería tener a su lado al exrojiblanco, pero en pocas ocasiones pudo compartir once con él.
Ahora ha sido llegar al Galatasaray y convertirse en el líder del equipo turco. No está a tope y lo ha reconoció nada más llegar a Estambul pero tampoco estaba a tope hace un año y fue capaz de llevar a su equipo hasta la final de Múnich y, de esta manera, cerrar el círculo con la conquista de la Champions. Tan solo lleva tres partidos jugados con el equipo turco pero Fatih Terim y compañía esperan que por el Bernabéu aparezca ese jugador que llevó a Abramovich a cumplir su sueño de ganar la Copa de Europa después de marcar 157 goles con la camiseta azul del Chelsea. Por cierto, tal y como informó ayer el AS, Drogba ya ha logrado 19 tantos ante equipos españoles marcando a los cinco conjuntos con los que se ha enfrentado: Barcelona, Betis, Real Madrid, Atlético y Valencia.(Fuente)
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