¿Qué primeros recuerdos tiene del Madrid?
La primera vez que jugamos ante ellos en la 1956-57. Estaba en la mili y me dieron algunos días y me dejaron ir a Madrid. Entonces no había cambios y si no jugabas había que sentarse arriba en la grada. Subí ahí con mis compañeros y no podía quitar la mirada de encima a un jugador. El portero le daba el balón, el lateral le daba el balón, los centrocampistas le daban el balón. Estaba apoyando a los delanteros todo el rato y pensé: '¿Quién es éste? ¡Nunca he visto nada parecido en mi vida!'. Resulta que era Alfredo Di Stéfano, a quien, por cierto, vi la semana pasada. Cuando supo que habíamos estado, bajó sólo para saludarnos. Fantástico. ¡Vaya jugador! Nadie me ha impresionado tanto como él y nunca he visto a un futbolista tan bueno e inteligente. ¡Qué jugador más bueno!
Tenían otros como Kopa, Gento...
¡Y Puskas!
¿Qué recuerda de jugar contra ellos?
No jugué tanto contra Puskas pero sí recuerdo a Gento, su volante izquierdo. Era un equipo top. Ganaron la Copa de Europa las primeras cinco veces. Eran los mejores jugadores del mundo: Puskas, Gento, Di Stéfano... Podían enfrentarse a cualquiera. Sabían que eran buenos jugadores, sabían que eran los mejores...
¿Jugó también amistosos?
Sí, muchos. Muy a menudo. Eso mejoró los lazos, igual que sucede ahora. Hay un respeto muy sano. Comprendo la idea que tienen muchos futbolistas que sienten que no han jugado al fútbol hasta que han jugado para el Madrid. Tengo que ser honesto, ha sido un placer jugar contra ellos. Algunos fueron un poco guarros, otros un poco bordes, otros un poco vagos... ¿Sabe? Pero se juntaron todos. Uno de los más grandes partidos del fútbol europeo ocurrió en Glasgow cuando jugó el Madrid contra el Eintracht. En ese momento, estuvimos con el filial, jugando en Zúrich, y lo vi por televisión. Puskas marcó dos, Di Stéfano marcó otro... Los alemanes marcaron un par de goles pero en ningún momento tenían opciones en aquella final.
¿Qué recuerda de la semifinal de 1968?
Teníamos que remontar, y luego nos enfrentamos al Benfica. Creo que ganamos la ida 1-0, y en la vuelta encajamos dos goles muy pronto. Fue un desastre. Pero había tanta emoción durante el partido... ¡Además la final se jugaba en Wembley! George Best, David Saddler y el central Bill Foulkes marcaron... Cuando fui a Madrid hace poco bajé las escaleras del túnel de vestuarios. Recuerdo que en el 68, Nobby Stiles y yo estábamos en la cola para subir al césped. Y Gento y otro jugador, casi más que caminar se pavoneaban. Ellos pensaban que la eliminatoria ya estaba acabada. Nobby Stiles me dijo: "Míralos, mira, vamos a por ellos". Hasta marcó Bill Foulkes. Él nunca había estado en el área contraria en su vida antes de eso. ¡Nunca! Fue emocionante porque el Manchester había perdido la mayoría de sus jugadores en Múnich y parecía correcto intentar hacerlo bien para los que habían muerto. Era algo que teníamos que hacer.
¿Y el Madrid actual?
El Madrid y sus jugadores tienen una gran reputación, pero ninguno como Cristiano. Tengo que decir que nosotros no queríamos que se fuese de aquí. El Madrid apareció como un sitio ideal para él. Decía que quería ser el jugador más importante del mundo. Y ya lo es. Nosotros tenemos que buscar una manera de pararlo. Lo intentamos lo mejor que pudimos, y casi con éxito, en Madrid.
¿Qué le gusta más de Cristiano?
Cuando ves a Cristiano sabes lo primero que piensa cuando toca al balón: ¡Puedo marcar! No piensa en nada más. En general, puedes asumir que sus compañeros pueden pensar que es un chupón, pero no es así. A todos les encanta cuando él marca. Y ahora mismo, está marcando muchos goles cada semana.(Fuente)
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