La última ocurrencia del genial holandés volador ha sido mentar la bicha, por resumir, o lo que es lo mismo, hablar de la conveniencia para el Barcelona de vender a su máxima estrella, el argentino Lionel Messi, justo ahora que no pasa por su mejor momento de imagen por sus problemas con la Hacienda española.
Pero el diablo carga la frase de Cruyff, lo mismo que parece del todo improbable que Sandro Rosell atienda la recomendación de alguien que devolvió en un mostrador del Camp Nou la medalla de presidente de honor por incompatibilidad, precisamente, con el máximo dirigente azulgrana, cuya nómina de figuras enfrentadas va par récord tras los sonados casos de Pep Guardiola o Víctor Valdés sin ir muy lejos.
Pero la aseveración de Cruyff lleva a la siguiente pregunta: ¿Quién podría fichar a Messi? Pues contando con el actual poderío económico, lo que elimina a otrora candidatos seguros como serían los clubes lombardos Milan e Inter, la lista de futuribles para Messi sería de siete entidades, todas europeas.
Cláusula de 250 millones
A saber, Real Madrid (lo que elevaría el morbo a su máxima cota), Manchester United, Chelsea, Manchester City, Bayern de Múnich y los dos últimos nuevos ricos, tipo Anzhi Majachkalá, PSG y Mónaco.
La cláusula de Messi está en estos momentos por las nubes de los 250 millones de euros, tras laúltima modificación de febrero de 2013 para su sexta renovación desde que pertenece al primer equipo azulgrana y por la cual ampliaba la relación hasta 2018.
Esa cantidad, por supuesto la más alta de la historia del deporte si alguien la pagara, sitúa a Messi varios peldaños por encima del mercado actual. Pero por ser asumible, lo sería gracias a la entrada en escena de nuevos actores con petrodólares suficientes para reventar el mercado. El último ejemplo es el sueldo de 14 millones limpios que cobrará el exatlético Falcao en un recién ascendido como el Mónaco.
Quizás esa cláusula sea un poco alta acorde con su valor de mercado si se tiene en cuenta que por Cristiano Ronaldo se habla de unos 100 millones. Pero también por Gareth Bale, lo que ya no se ajustaría, en cambio, a la realidad. No obstante, al ser no una salida por la vía rápida sino algo que desearía el propio Barça, en la elucubración de Cruyff, es probable que el precio fuera algo inferior.
Pero lo de Cruyff no deja de ser una opinión muy personal, de alguien que gusta de ir contracorriente, y en estos momentos es impensable imaginar un Barça sin Messi, aunque sus dificultades con Hacienda abran también la puerta a que al sentirse ofendidos por la desconfianza los Messi no se vean ya tanto tiempo jugando en España como antes.(Fuente)
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