Algo huele mal en el asunto de los porteros del Real Madrid, una polémica que puede contaminar el ambiente en el que respira Carlo Ancelotti. Y no porque Diego López repitiera como titular ante el Granada en detrimento de Iker Casillas, decisión lógica si se tiene en cuenta que el gallego cumplió ante el Betis y que se trata de una demarcación en la que los técnicos prefieren no cambiar salvo causa de fuerza mayor por lesión y alarmante baja forma. ¿Es una elección que obedece a criterios meramente deportivos? ¿Se trata de un castigo al capitán por las supuestas filtraciones a sus periodistas amigos? ¿Tiene algo que ver Florentino Pérez?
Una hora y cuarto antes de arrancar el choque de Los Cármenes, Radio Marca aseguraba, sin ambages, que Casillas era esta vez el guardián de la portería merengue. La fuente procedía del vestuario y el medio hacía referencia a la charla de Ancelotti en la que ofrecía a sus pupilos el once titular. La noticia se extendió enseguida a diversas webs. Poco después, cuando se conoció de forma oficial la alineación, apareció Diego López. Un error extraño, demasiado grave si no hay una intrahistoria. ¿Cambió Ancelotti al conocer la filtración? La pregunta es obligada. Si la respuesta es positiva, sería una medida impropia de un técnico de su caché. Es difícil de creer aunque hay quien ya acusa al técnico al italiano. Hace una semana ya ocurrió algo parecido en los prolegómenos del estreno liguero del Madrid ante los verdiblancos.
En la víspera del choque de Granada, Ancelotti eludió tratar este asunto por miedo a que se malinterpretaran sus declaraciones y se avivara el fuego que amenaza al madridismo con una guerra civil entre los partidarios de Iker y el frente que defiende a Mourinho por encima de todas las cosas y, en consecuencia, se ha puesto en contra del cancerbero más laureado de la selección española. Sí ofreció explicaciones coherentes con ocasión del choque ante el Betis. Sencillamente, Casillas había hecho menos pretemporada porque jugó la Copa Confederaciones y se incorporó al grupo más tarde. No ejerce bajo los palos en el Madrid desde que se lesionó en Mestalla, hace ya 217 días.
Ya no está ‘Mou’ y, sin embargo, cada partido del Madrid va camino de convertirse en un plebiscito que afecta a un puesto determinante. Ya se comprobó en el homenaje a Raúl, con división de opiniones en la grada cuando Diego López salió a calentar minutos antes del descanso. Ahora, corre el rumor, auspiciado desde un sector del periodismo afín al mostoleño, de que Ancelotti ya ha hablado con los dos porteros para explicarles la situación e informarles de que Diego López jugará la Liga y Casillas la ‘Champions’ y la Copa del Rey. Sería una determinación de lo más arriesgada.
Mientras, Casillas sigue triste y se suceden los comentarios sobre su supuesto deseo de cambiar de aires. Incluso se le pregunta a Sandro Rosell, el presidente del Barça, sobre un hipotético interés de los culés pensando en el sustituto de Víctor Valdés. Suena a broma. Pero el Mundial de Brasil aparece en el horizonte próximo y sería difícil que Del Bosque le mantenga como titular si no lo es en el Madrid. Le mantuvo en la Confederaciones pero el caso era diferente, ya que entonces se daba por hecho que ‘Mou’ relegó al portero por un enfrentamiento personal. Explicó el luso tarde, pero muy claro, que Diego le gustaba más porque entiende que iba mejor por alto y en el juego con los pies, pero pocos aceptaron esta explicación.
Haga o que haga, Florentino Pérez tiene un problema en el caso de que Iker siga como suplente. Desprenderse del ‘santo’ supondría enfrentarse con buena parte del Bernabéu, que no le perdonaría dejar salir a una leyenda que lo ha ganado todo durante 14 temporadas en la primera plantilla. Pero otros mitos como Raúl o Hierro también salieron de mala forma. Pero Casillas tiene 32 años, cuatro de contrato por delante y una ficha cercana a diez millones de euros. Y mantenerle sin jugar sería una bomba. Ancelotti ha heredado una situación peligrosa, ha mostrado personalidad al mantener al portero de ‘Mou’ pero se cura en salud y avisa de que la titularidad del lucense no es definitiva.(Fuente)
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