Kaká sigue encerrado en su laberinto, ése al que le han condenado los diez millones de euros que cobra y la desaparición del fútbol que le llevó a ser considerado el mejor jugador del mundo. A ese precio nadie le quiere y en el Real Madrid creen que todavía es rentable… en el apartado económico. Si hay que compartir ficha, se quedará porque el brasileño sigue produciendo retorno y, además, no es de los jugadores que molesta ni causa polémicas.
El campeón del mundo continúa en su línea. En el terreno de juego y lejos del verde. Con las botas puestas continúa decepcionando y nada hace pensar que pueda resucitar tal y como se anuncia. Su actitud no ha cambiado y mantiene la idea de continuar en el Real Madrid. Ni la presencia del Mundialen el horizonte, sabe que con Scolari lo tiene complicado, le invita a cambiar de idea. No se lo plantea, aunque reconoce que lo vivido el pasado jueves en el Bernabéu le incomoda al máximo. Comprobó por primera vez que la afición ya no le perdona una y sabe que le espera un año complicado. Ni la presencia de Ancelotti, que no ha puesto problema alguno a su posible marcha, alivia una situación complicada.
Las ofertas que le llegan no se acercan, ni por asomo, a lo que cobra en el Real Madrid, principal argumento a su negativa a abandonar el club blanco. Los dirigentes blancos tampoco le presionan en exceso para que cambie de opinión. Todas las propuestas de equipos que se interesan por el brasileño hablan de compartir gastos, algo que por la zona noble blanca no están para nada de acuerdo.
Los números que maneja la directiva del Real Madrid respecto a Kaká, señalan que es más productivo si se queda en la plantilla que si se marcha a coste de cinco millones de euros. El brasileño es todavía un jugador rentable en el aspecto comercial, algo complicado de entender por su rendimiento, pero que los números demuestran que es así. Estados Unidos, Japón y China continúan siendo mercados que domina el ex de Milan.
Su presencia en algo que ya se empieza a cuantificar y a apuntar como un signo más de poder en el mundo del fútbol como son las redes sociales,siguen recordando al jugador que fue Balón de Oro en 2007. Todo esto apoya la teoría de que Kaká no es un problema, una vez que se ha asumido que su rendimiento en el terreno de juego nunca ha sido ni será lo que se esperaba de un jugador que costó 65 millones de euros. (Fuente)
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