martes, 26 de febrero de 2013

La segunda oportunidad de Imad Zaatara



A menudo, las vicisitudes por las que pasa un individuo tienen una influencia decisiva en su personalidad y en su desarrollo. Lo vivido por el centrocampista Imad Zaatara, sin duda, ha contribuido a forjar su talento y a construir un carácter fuerte, lo que le ha permitido militar en las ligas de Suecia, Hungría, Francia e Irán, así como defender los colores de Palestina.
La vida de Zaatara, nacido en Suecia de padres palestinos, pasó por un trago muy duro cuando tenía 8 años tras la agresión sufrida por su padre, que le costó la pérdida de la vista y del habla. Sin duda, ese suceso le marcó para siempre, pero cinco años más tarde, en 1997, empezó a jugar al fútbol.
En su entrevista en exclusiva para FIFA.com, Zaatara prefirió no evocar la agresión de su padre y se concentró en su trayectoria futbolística, el secreto de su éxito y los progresos del fútbol palestino, que actualmente se apoya en los jugadores exiliados.
Una carrera impecable
Este jugador de 28 años inició su carrera profesional en el Essinge IK sueco, en 2001, y, tras seis temporadas en las divisiones inferiores de la liga sueca, fichó por el Zalaegerszegi húngaro. A continuación regresó a Suecia para afianzarse en la primera división del país.
Zaatara recordó sus comienzos para FIFA.com: “La liga sueca tiene un buen nivel, pero después de haber jugado en clubes modestos, preferí recalar en la liga húngara. Esa decisión conllevó una presión enorme, porque la liga húngara atrae a las masas. Después regresé a Suecia para jugar por fin en su primera división”.
“Pasé dos años en el Syrianska FC. Al haber nacido en Suecia, no me costó nada adaptarme al equipo y afianzarme en la liga sueca”, explicó Zaatara.
Después, este fan del brasileño Ronaldo fue cedido al Nîmes Olympique: “Jugué en la segunda división francesa, y puedo asegurar que el nivel es alto. El hecho de jugar en Francia puede abrirte las puertas de ligas como la alemana y la española. Esa experiencia me resultó muy útil”.
Los comienzos de Zaatara en el fútbol galo fueron muy sonados, tras meter un gol en su debut contra el Le Havre. Luego bajó el ritmo y apenas jugó 6 partidos en total, antes de que una lesión le impidiese proseguir su aventura con los Cocodrilos y le obligase a volver al Syrianska.
Sin embargo, ese contratiempo no frenó su impulso. En 2011, firmó un contrato de seis meses con el Sanat Naft, convirtiéndose en el primer palestino que jugaba en la liga profesional iraní, antes de incorporarse al Atvidabergs sueco, su actual equipo.
El centrocampista se refirió a su experiencia en tierras persas: “La liga iraní es de calidad y cuenta con jugadores excepcionales. Personalmente, me sorprendió su nivel. Para mí es magnífico ser el primer palestino que ha jugado en Irán. Me recibieron muy bien allí; me ayudaron mucho y no tuve ninguna dificultad para adaptarme al país”.
El regreso del hijo pródigo
Aunque nació en Suecia, Zaatara prefirió defender los colores de su país de origen, Palestina. Fue convocado por primera vez con su selección en 2004, y disputó su primer partido internacional en la fase de clasificación para la Copa Mundial de la FIFA Alemania 2006™, contra Irak en Doha.
Su debut como internacional fue inmejorable en el plano individual, tras marcar un tanto ante los Leones de Mesopotamia, aunque su país perdió (1-4). “Tenía 19 años cuando jugué mi primer encuentro internacional. Me hizo muy feliz meter mi primer gol tan pronto. Representar a mi país de origen fue un orgullo tremendo, y mi familia estaba orgullosa de mi elección”.
A pesar de ese espectacular estreno, Zaatara prefirió dejar de jugar con la selección palestina durante un tiempo. Volvió a representar a su país en los Juegos Árabes de 2011, donde el equipo quedó 4º, y luego en el Campeonato de Asia occidental, celebrado en Kuwait a finales del año pasado.
Zaatara recordó a FIFA.com que su decisión de renunciar a la selección palestina le impidió vivir el histórico estreno de su país en campo propio. En efecto, palestina disputó su primer partido internacional oficial dentro de sus fronteras durante la fase de clasificación para la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014™.
El centrocampista de 1,77 metros de estatura se refirió a ese magno acontecimiento: “Sueño con jugar ante los aficionados palestinos, porque les encanta el fútbol y animan a su selección con todas sus fuerzas. Disputar un partido en Palestina es algo extraordinario, y espero que mi sueño se cumpla en el futuro”.
Zaatara es uno de los varios jugadores nacidos en el extranjero que han acabado incorporándose a la selección palestina más adelante. En ese sentido, se refirió a la armonía que reina en el seno de su combinado nacional entre los futbolistas locales y los que militan en el extranjero: “El profesionalismo es una cosa nueva en palestina, y ayuda a la comprensión entre los jugadores locales y los que militan en el extranjero. Además, eso permite también que la selección avance”.
Para concluir, Zaatara se mostró esperanzado en lograr, junto con sus compañeros, hacer de Palestina una selección competitiva en las citas importantes: “Me gustaría que llevásemos a la selección a unas cotas que nunca haya alcanzado; que participemos en las grandes competiciones y que tengamos algo que decir en ellas. Antes, nuestro objetivo era solamente participar. Ahora, queremos obtener buenos resultados”.  (Fuente)

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