En el año 2000, el empresario Florentino Pérez se hizo con la presidencia del Real Madrid gracias a una maniobra que le permitió ganarse, casi de por vida, el aprecio y el respeto de la parroquia blanca. Durante la campaña electoral, el candidato aseguró que si resultaba elegido, el conjunto merengue cerraría el fichaje de una de las grandes estrellas del eterno rival, el portugués Luis Figo.
Aunque sus detractores y contrincantes trataron de desacreditar la operación, lo cierto es que los socios confiaron en el constructor y le permitieron cerrar una de las contrataciones más llamativas y polémicas de los últimos tiempos.
Evidentemente, aquel movimiento dejó una profunda huella en el FC Barcelona y, desde entonces, los sucesivos dirigentes azulgranas se han tomado verdaderas molestias para evitar que otros jugadores puedan seguir el camino que transitó el extremo luso.
De hecho, en la actualidad, el Barça trabaja con especial ahínco en la renovación de Gerard Deulofeu, futbolista al que otra vez Florentino Pérez pretende utilizar como arma electoral (este verano hay elecciones a la presidencia en la Casa Blanca). Para evitarlo, Sandro Rosell le ha ofrecido ya un suculento contrato que, según Sport, incluirá una cláusula de rescisión totalmente disuasoria: 100 M€.
Aunque las negociaciones aún no han dado sus frutos, el rotativo tranquiliza a los aficionados culés al asegurar que el atacante ya le ha dicho al actual mandatario madridista que no está interesado en cambiar de aires y que su gran objetivo profesional no es otro que triunfar en el Camp Nou.(Fuente)
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