Casemiro (21 años) llegó de puntillas al Real Madrid. Siete meses después se ha convertido en la sorpresa de la pretemporada blanca. Su aportación en la gira le ha colocado en la lista de fijos de Ancelotti. Se ha ganado el puesto. Al menos su nombre ya figura entre los 23 elegidos por el técnico italiano para formar parte de su primer proyecto como madridista. De tocar de cerca la miseria del fútbol, a ser uno más en el equipo madridista.
Y todo gracias a una gestión de Ramón Martínez y Juan Figer, que apostaron por un jugador que pasaba por un mal momento y por el que pocos apostaban. El director de la cantera blanca temía por el futuro del Castilla y buscó en Brasil, encontrando a un jugador que necesitaba volver a sentirse importante, pero su rendimiento ha sorprendido a todos, superando expectativas y haciendo buenos esos 5,5 millones de euros que costó su compra definitiva.
Casemiro llegó con muchas incógnitas a su alrededor. En el 2011 una lesión le apartó de la titularidad en el Sao Paulo, algo que saboreaba desde los 18 años, siendo incluso internacionalabsoluto con el pentacampeón del mundo. El centrocampista buscó refugio en una de las muchas iglesias que han aparecido en Brasil en los últimos tiempos (el propio Papa Francisco ha advertido de la peligrosidad de este fenómeno en su reciente visita a Brasil) y que en algunos casos confunden a los que siguen a los que ejercen de líderes de las diferentes congregaciones.
En el caso de Casemiro, la 'ayuda' le empujó hacia una vida muy alejada de la que debe llevar un deportista, poniendo en peligro su carrera como futbolista. No supo asimilar el éxito y al primer golpe decidió alejarse, buscar un camino diferente. Tanto es así, que el Sao Paulo decidió poner en el mercado al jugador, cuando meses antes había rechazado importantes ofertas procedentes de Europa.
Aterrizó en el pasado mes de enero con algún kilo de más y en plena búsqueda de su fútbol, perdido de la mano de una vida más que dudosa y muy alejada de la que debe llevar un futbolista. Tras tocar de cerca la grandeza del fútbol, el centrocampista se perdió, se dejó llevar hasta ser un problema para el Sao Paulo. De ser el segundo mejor jugador delSudamericano sub 20 de 2011, pasó a ser un problema para su equipo. De rechazar ofertas de Roma, Udinese o Granada por 15 millones de euros, a cederlo de manera gratuita año y medio después, con una opción relativamente barata. Creían que era un producto acabado.
Su adaptación al ritmo de juego español no fue sencilla. En un principio aportó experiencia (llegó con 60 partidos en Primera) y dio equilibrio al juego delCastilla, pero todo cambió a partir de la llamada de Mourinho. Su aparición ante el Betis fue definitiva. Las dudas desaparecieron y una semana después, los dirigentes del Real Madrid decidieron ejecutar la opción de compra. Ahora la confianza en Casemiro es ilimitada, empezando porFlorentinoPérez y terminando por Carlo Ancelotti. (Fuente)
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