jueves, 4 de julio de 2013

Julio César rindió tributo a Casillas por el injusto trato de Mourinho

Julio César rindió tributo a Casillas por el injusto trato de Mourinho
El 'Maracanazo' dejó tras de sí imágenes de todo tipo, especialmente, las relacionadas con la fiesta brasileñay el golpe recibido por la selección española. Scolari y algunos de los suyos ni se acercaron a consolar a los derrotados. El seleccionador bastante tenía con abrazarse a la pléyade de ayudantes que tiene en el combinado brasileño, ni un gesto con el derrotado. 'Felipao' bien podría haber mirado a algunos de sus jugadores como fue el caso de Julio César.

El portero del Inter quiso rendir tributo a Iker Casillasy no tuvo mejor idea que subir a recoger la copa de campeón y el guante de oro que ganó por su actuación en la Copa de las Confederaciones con la camiseta del portero madridista. Ni corto ni perezoso, el guardameta del Queens Park Rangers intercambió la prenda con su compañero para colocársela con el nombre del español en el pecho. "Iker se merece todo. No ha pasado un buen año. No se merecía el trato recibido", señaló el portero a Marca.

El gesto dejó sin repuesta a Casillas en un primer momento. No salía de su asombro. Ya después de la fiesta y antes de subirse al avión con destino a Madrid, el campeón del mundo pisó el vestuario brasileño para agradecer a Julio César el gesto que había tenido con su figura. "No le conocía, nunca me había enfrentado a él. Se lo merecía. Pasé por su situación y hemos salido adelante", señala el brasileño. Según ha podido saber El Confidencial, lo hecho por el titular brasileño tocó la fibra del portero español y de otros muchos jugadores de Vicente del Bosque. Nadie esperaba algo así y más tras comprobar cómo se las gastaron los seguidores desde el inicio del torneo contra los campeones del mundo.

Julio César no buscó castigar a Mourinho con su gesto, técnico con el que también sus diferencias como otros muchos jugadores del Inter, y sí el de reconocer a Casillas. El brasileño vivió un momento muy duro cuando Brasil entera le señaló como culpable de la eliminación del pasado Mundial. Se vino abajo, tanto que tuvo que dejar el Inter y emigrar a Londres en búsqueda de una tranquilidad que no tenía ni en Italia ni en su país. Los diez minutos de charla que ambos mantuvieron en las puertas del vestuario de Maracaná han servido para el inicio de una amistad que tiene en común lo duro e ingrato que es la profesión de portero. Uno cuestionado y señalado por Mourinho y el otro por todo un país.(Fuente)

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